Capitulo 4. El fuego

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Habían pasado tres semanas desde el evento fortuito con Todoroki, y dos desde que había decidido superarlo y centrarse en su entrenamiento de héroe y entre esos fines de semana se había tomado el tiempo de re-encontrar a sus viejos amigos; estaba convencido que podía conocer a alguien que no fuera tan mierda. A decir verdad, nada había cambiado, la rutina escolar seguía y de momento nadie había intentado matarlo o secuestrarlo; se acercaba el final de aquel año y las cosas seguían en la parte de atrás del escenario; pasaba sus días entre el entrenamiento y las clases teóricas, se centraba en sus amigos y la mala actitud se había quedado a la baja pero no tendía a desaparecer; algunos detalles ciertamente habían cambiado, intentaba con todas sus fuerzas no mirar a Shoto y prácticamente no cruzaba media palabra con él, pero cuando lo hacía intentaba no evidenciar el corazón roto y las ganas de romperle la cara que le habían quedado.

Mina y Uraraka no eran tan condescendientes y de alguna forma se habían sincronizado para soltar todos los malos deseos que guardaba su amigo, en este punto más de una persona había notado que se alejaban del chico y que lo llamaban con los apodos heredados por Katsuki. Midoriya había notado la pesadez, pero no había intentado siquiera indagar más a fondo, su propia situación de "elegido" era suficiente, aunque ya a estas alturas todos sabemos que de forma fortuita y casi azarosa él se iba a terminar posicionándose la cabeza; hay cosas que no son difíciles de predecir. Lo que si paso fue que se acercó a su amiga para interrogarla un poco; - ¿Ya no te agrada Todoroki? - pregunto un día mientras entrenaban juntos. - ¿A mí? - respondió ella, -Bueno, Todoroki-kun, mmh, no es que no me agrade, pero bueno, en lo que a mi concierne puede quemarse todo con su lado derecho o quedarse congelado en un iceberg, no es que me importe- termino de decir entre risas y no volvió a contestar nada al respecto, por más que Momo y Midoriya lo intentaron, siempre tenía la misma respuesta. Eijiro seguía en su papel del mejor amigo y en general de buena persona; hablaba con todos y de repente solo se sentaba a escuchar lo que su bro tenía que decir; Denki por su lado seguía sin entender nada y en este punto ya le parecía de mal gusto preguntar; pero sobre aquella tarde de chicas no se había guardado el secreto, le contó con lujo de detalle a Jiro y ella a su vez a Momo, quien de entrada intento no caer en la curiosidad, no lo lograría, vaya que era quería saber.

Shoto entro al mall con una lista en la cabeza y el celular en la mano, la tarde sería larga y tras a la visita a su madre había prometido comprar algunas cosas para Natsuo, su hermano, y cenar luego con él, iba algo perdido en sus pensamiento cuando a la distancia noto a Katsuki, vestía unos pantalones de cargo caqui, una playera sin mangas o mejor dicho una playera con las mangas desprendidas que dejaba ver parte de sus costados y un par de botas, el chico reía con un montón de quien sabe quiénes e iban directo a un lugar de video juegos, se acercó con cautela; no tenía idea de porque su cuerpo estaba decidido a seguirlo, pero sabía dos cosas: no podía ser visto y estaba molesto; resultaba que en la escuela Bakugou no era más que gritos y malas caras pero acá, fuera de su espacio podía reír así nomas. Estaba molesto y quería saber que pasaba, estaba harto y por un momento se le desvaneció el pensamiento y un montón de argumentos y reclamos de brotaron de golpe; siguió caminando y con cautela se detuvo entre un par de stands lo suficientemente escandalosos como para no ser lo primero que se notara. Katsuki iba atrás, acompañado de un tipo alto de cabellos negros que se notaba a distancia era mayor, aquel chico llevaba un par de pantalones rotos y ajustados y una playera negra; de pronto, de la nada, mientras los otros avanzaban el chico alto tomo a Bakugou de la muñeca y lo jalo con discreción entre el pasillo, se detuvieron en un pequeño callejón, uno de esos pasajes oscuros por donde los trabajadores llegan tras bambalinas a las tiendas y donde están sus espacios de reposo, oficinas y baños.

El chico empujo a Katsuki a la pared y tomo su mano derecha para ponerla sobre su cabeza, la tenía sujeta de la muñeca, mientras su mano izquierda se le metía por la espalda para tomarlo en un medio abrazo, para tener un poquito más de agarre empujo sus piernas para poner la suya entre medio y rio discretamente mientras se acercaba. Por un segundo Shoto pensó que aquello acabaría en un pelea, la bombita de tiempo no iba a tolerar aquella posición y menos quedar a merced de quien sabe quién por al parecer ninguna razón, -venían juntos, ¿no?, eran amigos, ¿Qué estaba pasando? – pensó hasta que todo su escenario se le cayó de tajo; aquel chico se había lanzado a la boca de Bakugou y en un segundo había pasado aquello de un escenario de pleito a un beso largo; no podía moverse, se quedó quieto, medio escondido con el celular en la mano mirando todo, estaba furioso o extrañado, no podía definirlo con claridad, pero la situación no le gustaba nada, una parte de él brillaba en rojo y le exigía a la otra salir corriendo y detener aquello, le exigía quemar vivo al tipo alto y llevarse a la bomba lejos, él quería una explicación.

Un estallido (todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora