Capitulo 10

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Se encaminó al hospital; traía  pantalones negros, una playera sin mangas y al hombro su bolso con la computadora; había pasado a casa por algo de dinero, aunque no tenía idea si sería suficiente para que revisaran aquel aparato y nunca pensaron en llevarlo con alguien de la academia. Se detuvo en un puesto callejero por un plato de Takoyaki extra picante, tenía algo de tiempo que perder aún y se sentó por ahí a comer;  escuchaba  música, de vez en vez sacaba el celular para cambiar de canción. Una notificación brotó "querido, mira a tu izquierda", el maldito idiota de nuevo; giro la mirada y en la esquina de un callejón, a cierta distancia, Dabi recargado sobre la pared lo saludaba, lo recordaba, las cicatrices, las grapas, el cabello negro revuelto, lo recordaba de aquel bar donde estuvo secuestrando; soltó su plato y corrió, relaciono automáticamente los mensajes y regalos con él; era de nuevo la liga de los Villanos, ¿qué estrategia macabra habían planeado?, ¿esperaban todavía que se uniera a ellos?; ¿no habían entendido nada?; su cabeza comenzó a andar rápido intentando hilar lo que pasaba con lo que sabía; de pronto estaba seguro, había pasado suficiente tiempo como para suponer que si seguían con el mismo plan seguramente habrían por lo menos investigado algo, sabrían más de él, lo habían espiado además; ¿y si los habían grabado?, ¿si era un chantaje? O qué tal que en verdad intentaba hacerse notar, enamorarlo para convencerlo; ¿eran idiotas?; cualquiera de las opciones le parecía una estupidez, ¿no habían aprendido una mierda la primera vez?.

La cosa es que ya iba corriendo, se acercaba peligrosamente a Dabi, quien dio un par de pasos dentro del callejón y espero, Katsuki estaba enojado y llegó altanero mostrando sus manos; estaba solo, no era lo que esperaba, se había sentado sobre un recolector de basura y lo miraba; bajo la guardia, licencia o no, había mucha gente y su contrincante estaba solo; metió la mano a su bolsillo, sabía que el contacto de Shoto aparecería primero, era una cosa automática, durante clases y los recesos tenían largas charlas por mensaje; calculo que podía llamar casi automáticamente, lo intento; saco la mano de su bolsillo esperando que de puro milagro contestara; que pensará que aquello era una urgencia y escuchará lo suficiente para llamar a la policía y a los pro héroes; al final estaba parado frente a un tipo perseguido.

-¿quién mierdas eres y tú eres el jodido imbécil de los mensajes?- preguntó, dio un paso pero no entró a aquel callejón; Dabi brinco de donde estaba y avanzó despacio -ese espíritu, tienes la cara toda fruncía y esa aura, ¿estás enojado Katz?- dijo; sintió como una mano fría, con parte de su palma cubierta con cicatrices, rozó por su brazo y sintió un jalón, fue un movimiento rápido, de un solo tirón salió volando y se estrelló en el suelo con la espalda; su bolso voló y cayó un poco más lejos;  un cuerpo se sentó sobre su estómago, sus piernas inmovilizadas, uno de sus brazos presionando a un costado por una rodilla con la planta de la mano hacia el pavimento y el otro atrapado por esa mano rasposa y larga que lo sostenía cerrándole el puño; no dijo nada, calculaba opciones: sacarlo volando y salir, empezar una pelea sin la menor idea si Shoto había contestado o si tenía idea de lo que pasaba o por lo menos intentar entender para luego volarlo por los aires y salir de ahí, todas eran opciones que podían solo no llevar a la captura del tipo, tendría mucha suerte si eso pasaba.

-mierda, ¿eres tú o no?; ¡joder!, ¿sigues pensando que dejaré todo y me iré con ustedes?- dijo intentando moverse,

-¿por qué Katz? El chico de dos colores tiene poca imaginación, ¿no crees?; lo que vi anoche; vaya que lo disfrute, ¿es también parte de tu entrenamiento?- decía mientras con la mano libre le acariciaba el rostro y el cuello; - quien diría que te gustan tanto esas cosas- Su sonrisa se veía macabra con todas esas grapas y la mirada vacía. Una lengua áspera corrió por su mejilla; estaba un poco en shock y sintió un punzón en el cuello, un piquetito, de pronto todo dejó de responder y su visión se nublo con colores, escuchaba la voz que seguía hablando muy lento, no lo liberaban pero no sentía la presión ni la fuerza de antes; quiso moverse pero no estaba seguro de poder lograrlo; enfocó; la imagen estaba distorsionada pero podía ver y entender todo; volvió a sentir una lengua sobre su rostro, pero ahora recorría sus labios y luego su cuello;

Un estallido (todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora