Un estallido (todobaku)

Extra 2.2 "Creo que tengo que hablar con Deku"

Había pasado bastante tiempo desde la primera vez que supuso algo raro pasaba entre Kacchan y Todoroki, estaba seguro de haberlo visto ir a la casa de los Bakugou y casi seguro que aquello fue un beso, había visto a Kacchan usando el uniforme de Todoroki el día que explotó su cama y tenía sus dudas, aquello no se veía como una explosión de las que conocía; el problema era que con todo pasando al mismo tiempo, licencia, villanos, trabajo en la agencia; con todo pasando al mismo tiempo había perdido la atención pero aún dudaba, se estaban llevando tan bien, ¿cómo había pasado eso? Y ¿desde cuándo?. Le parecía bastante raro, se coordinaban perfecto en los entrenamientos y Kacchan casi no le gritaba, era inmune a su carácter o algo así; luego estaba la forma en la que se enojaba con él, no era igual, fruncía el ceño, cerraba los puños pero gritaba siempre mirando a otro lado, como si no quisiera hacerlo, tenía muchísimo tiempo que no lo veía amenazándolo y nunca lo volvió a ver atacándolo con explosiones; algo raro pasaba pero no había tenido tiempo de investigarlo más a fondo, solo tenía piezas sueltas.

La cosa cambio de pronto, Kacchan reía, con una risa que al menos él no había escuchado en muchos años,

-¡espera, mierda, alguien puede pasar!- decía entre carcajadas;

la voz venía del pasillo, camino siguiéndola , subió las escaleras y se detuvo en seco; en el primer escalón después del descanso estaban los dos: Kacchan sentado sobre las piernas de Todoroki, reía, tenía las orejas sonrojadas, los colores se le subieron también a él, noto las manos de Todoroki bajo el uniforme de Kacchan y él lo abrazaba por el cuello, lo vio tomarlo de la mejilla y besarlo, no se lo estaba imaginando, se estaban besando; no pudo moverse, sabía que estaba en su rango de visión pero no pudo moverse;

-Todoidiota, ya, vámonos o no me voy a querer detener- escucho que decía; y volvió a ver sus bocas juntarse, estaba seguro que eso era un beso; Kacchan se levantaba y se acomodaba el uniforme, lo vio agacharse de nuevo y tomar las manos de Shoto para besarlo en los labios y recibir de vuelta un beso en la mejilla

-vamos- dijo Todoroki y ambos se levantaron tomados de la mano; fue cuando lo vieron y pudo al fin moverse, tenía rojas hasta las pecas y hacía caras, dio la vuelta y bajo corriendo;

-te dije que teníamos que hablar con él, Kats, ahora si ya no lo podemos evadir-

-te dije que era tu maldito problema si querías hablar con el nerd, a mí me importa un bledo, mientras no vaya a joder, sigue sin importarme-.

Entraron juntos al salón, Deku los miraba, seguía rojisimo y nervioso;

-¿qué tienes, Deku?- preguntó Uraraka, se le notaba a leguas el nerviosismo y ya había empezado a hablar solo, a veces era posible seguir su debate interno y a veces como ahora, todo parecían palabras al azar.

-nada, bueno, es qué, no nada- dijo, Uraraka se le quedó mirando y entonces Shoto se les acercó;

-¿te importa si hablamos, Midoriya?, ¿puedo invitarte un té por la tarde?-. Ochaco entendió de golpe y sonrió, le dio un par de golpecitos en la espalda a Shoto y los dejó, corrió directo donde Bakugou y sin decir nada espero a escuchar la historia, Eijiro se acercó también; los que escuchaban a la bomba se dieron cuenta inmediatamente que algo pasaba, querían el chisme completo.

-está bien Todoroki-kun- dijo desviando la mirada;

-te esperamos en mi habitación después de clases- dijo al final Shoto. Estaba nervioso, ahora si estaba seguro de lo que había visto, pero no estaba seguro de querer escucharlo; no entendía porque aquello lo hacía sentirse raro, pero se sentía nervioso y confundido, se pasó dándole vueltas todo el día hasta que llegó a los dormitorios, se recostó sobre su cama, en verdad iría a la habitación de Todoroki por té, eso le parecía usual, su amigo era a veces raro y le costaba convivir o responder a las cosas, esa también era una cosa que lo confundía, la seguridad con la que lo veía actuar frente a Kacchan y la forma en la que se le acercó, como cuidando lo que decía, para eso era malísimo, tendía a hablar de golpe y confundía, ahora parecía seguro, cuidó sus palabras y había sido cortez; tenía algo de miedo, o al menos esas fueron las emociones que supuso estaba sintiendo.