[Narra Amanai Mitsuya]
La vendedora que estaba mostrándonos las diversas casas, al ver que nos habíamos decidido por esa nos dio un recorrido al interior de la misma.
Salón, comedor y cocina juntos, en el piso superior dos habitaciones y el cuarto de baño, era mas que suficiente para mí ya.
Papá: ¿qué dices?
Mire un poco el lugar para finalmente asentir dándole a entender que si era ese el que quería.
Papá: lo compramos.
Mientras el firmaba los papeles yo me fui afuera con Sasaki a mirar el lugar al que me había mudado, las calles eran semi transitadas, había tiendas variadas, pero sobre todo lo bueno es que esta cerca del instituto al que asistiré.
Sasaki: tienes suerte...
Amanai: ¿por qué?
Sasaki: vives cerca de un local comedor.
En ese momento su estomago lanzo un rugido indicando que tenía hambre, lo cual hizo que ella quede con las mejillas algo rosáceas.
Amanai: ¿quieres ir a comer algo allí?
Sasaki: espera avisare a tu padre.
La pelinegra entro corriendo y yo miraba los al rededor, había algunas personas caminando, pero no le prestaba atención a ninguna en específico; note que la mujer volvió y fuimos hacia el comedor para pedir una comida rápida, unos veinte minutos después llegó papá el cual vestía su uniforme de policía, fue a pedir algo y se sentó al lado mío.
En la mesa detrás de Sasaki había dos chicos que estaban comiendo unas hamburguesas, a uno de ellos se le cayo la carne fuera por lo que el otro se burló, se me escapo una risilla, pero cuando me notaron solamente les sonreí y volví a prestarle atención a mi padre.
Amanai: me compras una coca cola por favor.
Nos levantamos yendo a pedirla, luego de ello nos dirigimos a casa ahora, como tenía el 90% de mi armario metido en dos maletas no tenía necesidad de volver a Shibuya para empacar y volver.
Como el lugar ya estaba amueblado solo pasamos la tarde dándole una limpieza profunda a todo, pasando la aspiradora por literalmente todos los muebles que existían ahí.
Sasaki: que polvo, aquí antes vivían unas personas que eran como cochinillas de tierra.
Amanai: mi cabello esta marrón.
Sasaki: es cierto, tienes mucho polvo en el.
Amanai: tienes una araña en el brazo.
Señale hacia el arácnido a lo cual ella se dirigió a la ventana dejando salir al animal sin matarlo ni nada por el estilo.
Sasaki: si él no me hace nada, yo no le hare nada a el.
Un pensamiento simple pero muy bien estructura que se aplica para muchas situaciones...
Antes de salir por la puerta papá me entrego una tarjeta de crédito además del manojo de llaves de todas las puertas de la casa, me dio unas cuantas indicaciones de que debía hacer y que no.
Papá: no gastes tanto de una sola vez, puedes ir de compras, pero contrólate ¿okey?
Amanai: ¿podrás ver qué cosas compro cierto?
Papá: ¿crees que tengo tiempo para revisar que cosas compras? Ame, no eres una niña tonta, sabes perfectamente como funcionan las cosas en este mundo.
Amanai: entendido señor oficial.
Una pequeña broma para despedirnos no podía faltar.
Papá: te avisare cuando llegue a casa así estas tranquila, llámanos si necesitas saber cualquier cosa -sonrisa-
Amanai: está bien, muchas gracias.
Papá: no es nada, suerte en tu primer día mañana -sonrisa-
Amanai: buen viaje de regreso.
Me despedí de papá y tras eso fui a despedirme de la señorita Sasaki.
Sasaki: ten mi numero por si necesitas algo de mi -sonrisa-
Amanai: gracias.
Intercambiamos números dándome ella el suyo y yo dándole el mío, finalmente ellos se fueron de la casa, veía el coche perdiéndose en la lejanía por lo que di media vuelta entrando a la ahora mi casa.
Amanai: una ducha, algo de comer y a dormir.
Me encontraba embelesada porque no todos los días alguien te compra una casa en Roppongi, el distrito más rico en Tokyo...
Hice lo que me propuse anteriormente así que no tarde mucho en ir a la cama por supuesto llame a Takashi como fue mi día, aun no era de noche por lo que de fondo escuchaba la voz de algunas personas de fondo.
Amanai: ¿con quienes estas?
Mitsuya: Mikey y unos chicos más, estamos haciendo pijamada.
Mikey: Ame-chan porque te fuiste? -drama-
XX: Uuuh Mikey tiene novia.
Mitsuya: no es su novia, es mi hermana.
X: tienes otra hermana? preséntamela.
Mitsuya: ni lo sueñes Baji, no te dejare salir con mi hermana.
Escuchaba aquel alboroto al otro lado del teléfono por lo que solo me reía un poco de ellos.
Baji: ¿guapa quieres salir conmigo?
Mitsuya: devuélveme el teléfono ahora mismo y deja en paz a mi hermana ni siquiera la conoces.
Mikey: Kenchin dame ese pedazo...
Cuando mi hermano por fin pareció recuperar el teléfono me siguió hablando.
Mitsuya: lo siento Ame, son un poco ¿Cómo decirlo…?
Amanai: ¿escandalosos?
Mitsuya: si eso ¿Cómo te va?
Amanai: pues hace unas horas papá salió de aquí por lo que estoy sola.
Baji: ¿estás sola?
Mitsuya: quítate y deja de escuchar mi conversación.
Se escucho el sonido de un golpe por lo que supuse que lo había pateado o golpeado.
Mitsuya: Roppongi es un distrito seguro así que no tienes de que preocuparte.
Amanai: lo sé, vi mi nuevo uniforme y me fascina, es genial.
Mitsuya: ¿no es muy corto ni nada por el estilo?
Amanai: espera te cuelgo y te mando foto de el.
Me puse rápidamente el uniforme, saque una foto y se la mande a Takashi. Minutos después el me volvió a llamar.
Mitsuya: ¿tienes para elegir pantalón o falda?
Amanai: la falda es casi todos los días, el pantalón es para días de frio, en invierno o para deportes.
Mitsuya: ya veo, me alegro de eso.
Mikey: Baji dice que eres muy hermosa -risa-
Baji: cállate desgraciado.
Mitsuya: mi hermana esta pequeña para esas cosas.
Amanai: vaya amigos te conseguiste -risa-
Mitsuya: son una banda de idiotas.
XX: tu también, dile quien rompió la ventana del restaurante.
Amanai: Tashi nii-san ¿hiciste qué?
Mitsuya: tengo mala señal ghrr se corta ghrrr buenas noches ghrr...
Tras esa mentira me corto la llamada y yo en ello me fui a dormir ya que debía levantarme temprano al día siguiente.
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𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔 𝒊𝒏 𝑹𝒐𝒑𝒑𝒐𝒏𝒈𝒊 - [𝘛𝘰𝘬𝘺𝘰 𝘙𝘦𝘷𝘦𝘯𝘨𝘦𝘳𝘴]
Random- Porqué Roppongi? - Por la moda, por las luces, por los hombres y en especial por el dinero... ••• Amanai Mitsuya decide mudarse a Roppongi por su afanado interés en la moda, luego de convencer a sus familiares, su padre la acompaña a comprarse una...