POV KEIRA
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Veo hacia el otro lado mientras siento el pinchazo en el brazo, respiro hondo y tiro la cabeza hacia atrás cerrando los ojos.
Después de unos segundos siento como sacan la aguja y vuelvo a abrir los ojos. Hago una mueca de molestia y me cojo el brazo izquierdo.
Observo como el doctor se lleva la muestra de sangre que me acaba de sacar y sale por la puerta. En eso cierro mis ojos y vuelvo a echar la cabeza hacia atrás.
Siempre he odiado las agujas, por eso desde que tengo memoria casi nunca me pinchan, la última vez fue hace ocho años cuando mamá estaba conmigo aún.
Por eso ayer antes de llegar al coche, convencí a Damián de que por favor viniesemos hoy al hospital ya que no estaba mentalmente preparada para volver a los estudios y a las agujas el día de ayer.
Y aunque intente alargarlo más Damián prácticamente me arrastró al hospital.
—¿Estás bien pequeña? —escucho la voz de Damián —¿Te sientes mareada? ¿Quieres algo? —yo solo niego con la cabeza aún con los ojos cerrados.
Pasa un minuto de silencio, en donde yo sigo preguntándome mentalmente si esto era necesario, ya que era un completo disparate.
—Pequeña... —escucho la voz de Damián más cerca de mí y siento como de repente su mano me acaricia la cabeza —No quiero que te molestes, solo quiero estar seguro de esta situación —susurra.
—Damián, soy humana ¿Acaso no fue así como me conociste? No soy lo que tú imaginas que soy —suelto un poco molesta.
—Además no fue bonito la manera que utilizaste para traerme aquí, prácticamente me obligaste a todo esto —suelto un poco enojada.
—Es solo por seguridad —afirma y yo abro los ojos y me incorporó mirándolo directamente a los ojos.
—Te dije perfectamente que odio los hospitales antes de traerme aquí, pero tu pasaste de mí y ni siquiera me hiciste caso —refunfuño.
—Entiende Keira que es por tu seguridad, no podemos dejar pasar algo así —yo evitó mirarlo y niego con la cabeza.
—Lo dices porque no ha sido tu quien pasó la mayor parte de su niñez en un hospital —suelto y él me mira fijamente.
—¿Cómo? —pregunta —¿Qué has dicho? —yo solo niego con la cabeza y me vuelvo a sentar en el sillón.
Entonces Damián se pone enfrente de mí mientras que coge mi cara entre sus manos haciendo que lo mire a los ojos.
—¿La mayor parte de su niñez? —su mirada esta tan fija en la mía que no puedo evitar no mirarlo.
—Damián no tiene caso, olvida lo que dije —miro a otro lado —Solo quiero terminar y salir de este lugar.
—Keira —su mirada busca la mía y sus pulgares acarician con suavidad mis mejilla —Sabes que puedes contarme lo que sea pequeña —susurra con un tono de voz tan tranquilizador y a la vez tan cálido.
Suspiro y pongo una de mis manos sobre la suya, cogiendo fuerza para volver a recordar aquel tiempo.
Tomo aire cerrando los ojos y segundos después los vuelvo a abrir conectando mi mirada con la suya.
—Yo no era la que estaba mala —le cuento un poco melancólica por los recuerdos —Era mi madre... —hago una pausa y vuelvo a mirarlo a los ojos.
—Cuando tenía catorce años mi madre y Anisa tuvieron un accidente de tráfico — murmuro —Por suerte Anisa salió bien del accidente, solo tuve unas cuantas contusiones y arañazos... pero mamá no —digo recordando esos momentos.
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Por Fin Te Encontré
Werewolf(Keira Hamilton). Nunca imagine que este mundo fuera real y mucho menos que los licántropos existían. Pero... Todo cambio cuando lo conocí a él. A Damián Kingston, él cambió mi punto de vista junto con mi vida y ahora... no creo poder vivir sin él. ...