Capítulo 10 (A)

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POV ANISA

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(Capítulo anterior desde la perspectiva de Anisa Hamilton).




—¿Interrumpo algo? —al escuchar esa voz, me doy la vuelta mientras bajo la cabeza como una chiquilla que ha sido pillada mientras hace una travesura.

—Solo les hice una pregunta, respondan —pregunta Keira y yo me pongo aún más nerviosa de lo que ya estaba.

—Pues yo... —intento hablar pero más bien sonó como un balbuceo.

—Traje a Anisa sana y salva señorita Keira, no tiene de qué preocuparse —dice Raymond y yo comienzo a jugar con mis dedos —Mientras ella este conmigo no tiene de que preocuparse —y yo levanto la mirada con un poco de vergüenza hacía mi hermana.

—Está bien —Ray se rascar la nuca nervioso —Gracias por cuidar de mi hermana ya que sino lo hubieras hecho ahora mismo... pues estarías muerto —dice encogiéndose de hombros y él la mira sorprendido y algo asustado, entonces veo como mi hermana sonríe de lado.

Ya está, ya lo tiene como ella quería... No se porque a mi hermana le encanta que la gente le tenga algo de ¿miedo?

Bueno yo le diría más como respeto.

—Y por favor, no me digas señorita —se gira nuevamente —Solo dime Keira —dice por último y Ray solo asiente mientras traga fuerte.

Por fin entra al departamento y yo suelto un suspiro de los nervios.

—Bueno, lo peor... supongo que ya ha pasado ¿No? —dice Raymond mientras se rasca la nuca nuevamente con la mano izquierda.

—Bueno, más o menos —digo asintiendo para mí misma —Ha sido un poco borde, lo siento —digo finalizando con un pequeño puchero y él niega.

—Es normal, eres su hermana pequeña, no tienes que disculparte —dice sonriendo Raymond y yo asiento.

—Gracias por traerme Ray —digo y él me da un corto beso que apenas fue un simple roce en mis labios.

—Lo que sea por mi princesa —dice haciendo una especie de reverencia y yo me río.

—Ray, debería de entrar ¿Hablamos más tarde? —digo mientras juego con mis dedos.

—Claro, te estaré esperando —dice y yo le sonrío mientras él se aleja.

Cuando Ray ya ha desaparecido por el ascensor suelto un bufido y entro al departamento cerrando la puerta detrás de mi.

Cuando llego al salón me encuentro a Keira sentada en el sofá viendo no se que cosa en el celular, así que me cruzo de brazos y me quedo mirándola fijamente.

—¿Qué? ¿Ahora qué hice? —me pregunta y yo ruedo los ojos.

—¿Por qué lo has tratado así Keira? ¿No podías ser un poco más amable? —digo y ella deja el teléfono a un lado mientras se encoge de hombros.

—No —frunzo el ceño —No, sabiendo que él es uno de ellos —cuando dice eso mis ojos se abren de la impresión y mis piernas flaquean, así que decido sentarme a su lado en el sofá removiéndome un poco.

—¿Lo sabes? ¿Sabes que ellos...? —ella asiente

—¿Qué ellos son hombres lobos, criaturas sobrenaturales como las que lees en tus libros? —hace una pausa —Se podría decir que sí —miré hacia abajo enfocando la vista en mis dedos claramente nerviosa.

Por Fin Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora