Capítulo 8 (A)

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POV ANISA

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Me despierto y lo primero que siento es una respiración en mi cuello, de repente se me viene a la cabeza la imagen de Raymond.

"Cierto, anoche dormí con él"

Ahora que estoy despierta debería ir a mi casa, además, no quiero dejar a mi hermana sola con el primo de Raymond.

Así que teniendo mucho cuidado de no despertar a Raymond me levante de la cama.

—Duerme es muy temprano todavía Ani... —me susurra medio dormido, me giro un poco y me siento en la cama para mirarlo a la cara.

—Ray vamos, me preocupa mi hermana ¿Podemos ir ya? — digo haciendo un pequeño puchero, él arquea una ceja.

—¿Podemos? ¿Me estas invitando a tu casa? —dice con una sonrisa juguetona y yo me río.

—Sip ¿Sabés por qué? —él niega —Por que... tienes coche — digo y él abre la boca indignado.

—¿Solo me quieres por mi coche? —me pregunta, hace un puchero y yo me río.

—No, pero te necesito a ti y a tu coche ahora mismo —digo dándole un fugaz beso en la mejilla y levantándome de la cama.

—Vale, está bien, te la dejo pasar por que eres mi mat... mi... amiga, si eso mi amiga —dice y yo levanto una ceja.

—¿Raymond? —lo llamo mientras lo miró atentamente —¿Ibas a decir mi... mate? — le digo acercándome a él poco a poco.

—Eehh... ¿Mate? ¿Qué es eso? Suena... ¡Ahhh! — y sip me tire encima de él.

—Raymond amor mío, solo un hombre lobo diría mate y después intentaría ocultárselo a una humana —le digo jugando con mis dedos encima de su pecho.

— Espera... ¿Hombre lobo? Como lo supiste...—dice confundido.

—ESPERA ¿ERA CIERTO? ¡POR DIOS, SOY LA MATE DE UN HOMBRE LOBO! —chillo levantándome para saltar y hacer un extraño baile —Vale Anisa... tranquilízate, tu sabías que existían... ¡Oh por dios! — digo hablando más para mí que para él.

 De repente me acuerdo que Raymond estaba ahí así que como la niña del exorcista giro la cabeza hacia donde él está.

Raymond esta sentado con la cama con el cabello alborotado y con una mueca de confusión, me acerco a él y me siento en sus piernas viendo como el abre los ojos asombrado.

— ¿Q-que h-haces? — tartamudea nervioso.

— Ray... tienes que explicarme muchas cosas ¿No crees? — él asiente, me acomoda mejor y le miro a esos profundos ojos verdes.

— Bien... ¿Por dónde empiezo? —dice mientras traza pequeños círculos en mi cintura sobre la ropa.

—Por el principio —le digo y el asiente.

Empieza a contarme el por que están aquí, según él es por temas de trabajo. El chico que a noche se acostó con Keira es Damián, el Alpha de la manada y al parecer mate de Keira. Raymond es el Beta y al perecer soy su mate.

Puede ser que por eso desde el día que lo conocí tenia una leve atracción hacia él y una vibra muy especial...

Raymond al ver que no decía nada baja la cabeza apenado y yo lo miro.

—Anisa... No se si me aceptas, pero... yo —.

¿¡QUÉ!? ¡NO!

¡NO PUEDO PERMITIR QUE MI MATE CREA QUE NO LO QUIERO!

Por Fin Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora