Capítulo 5 (K)

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(+18)


POV KEIRA







Me tomo otra copa de tequila para quitar los nervios y la dejo en el suelo.

Con esta ya eran tres vasos que me tomaba ya y sí contamos los cócteles que pedí antes...

En total no se cuánto alcohol he ingerido.

—Como dije anteriormente —él coge su copa de la mesa y le da un trago —Soy Damián Kingston —yo tomo de mi bebida y asiento.

—¿Y tú? ¿Como te llamas? —me pregunta y yo me levanto, pido otra copa en la barra y él me mira serio.

Pero me sorprendió que esta vez me hablará en Español.

Anisa y yo sabemos español por mamá. Nuestra madre era española mezclada con latinoamericana y bueno, se mudó a Londres por amor.

Aunque después eso no le salió bien...

Cuando me dan la copa que había pedido vuelvo a sentarme y tomo otro trago de mi bebida.

—Me llamo Keira —continuo —Keira Hamilton —él asiente y deja la copa en el suelo —¿Hablas también español? —le pregunto porque era la primera vez que lo escuchaba hablar en español y no en Inglés.

—Sí, también se hablar español fluidamente —contesta —¿De dónde eres? —vuelve a preguntar pero yo sostengo bien mi copa e intento levantarme del banco.

—Perdona, creo que debería ir a buscar a Anisa y a Justin —le digo y me intento levantar.

O al menos ponerme bien de pie... Qué a duras penas lo consigo.

Creo que no debí tomar tequila...

Entonces doy unos pasos hacia adelante, pero uno de mis pies se atraviesa con el otro y me caigo hacia adelante.

Mierda, mi suerte es impresionante.

Me empiezo a reír como si mi caída fuese lo más gracioso del mundo y cuando me doy cuenta Damián estaba a mi lado.

—¿Estás bien? —me mira preocupado y yo asiento aún riéndome.

Él me ayuda a levantarme y cuando vuelvo a estar de pie, me tambaleó de nuevo pero antes de que vuelva a caerme él me coge entre sus brazos.

Yo río en su pecho como una loca y lo miró.

Sí... Definitivamente estaba borracha.

Cuando lo miró a los ojos él se tensa y yo le sonrió.

—Eres... muy guapo, todo... un caballero —él levanta una ceja y yo me separo un poco más de él.

—¿Bailas conmigo? —le pregunto y lo arrastró hacia la casa, pero él para en medio camino y mira al chico de la barra.

El chico de la barra empieza a caminar con la cabeza agachada hacia la casa y desaparece.

—No voy a entrar ahí adentro —su rostro vuelve a estar serio y yo resopló.

—Venga, tampoco es para tanto... además tengo que ir a ver a Anisa y a... Justin —aprieta la mandíbula y cierra los ojos con fuerza.

Respira hondo y después suelta aire, yo lo observo fijamente.

Miro su cabello negro y unas ganas de pasar mis dedos por su pelo se hicieron presentes, bajo mi mirada hasta sus ojos y veo sus largas pestañas.

Que envidia... de sus pestañas.

Por Fin Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora