Capítulo 9 (K)

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POV KEIRA

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Escuchó como la puerta se abre lentamente y opto por ir a ver de qué se trata, camino hacia esta y cuando me asomo observo como Anisa estaba pegada al tal Raymond y estaban tan cerca que no sé si se estaban besando.

Entonces Raymond se percata de mi presencia y me mira de reojo por unos segundos mientras veo como se queda estático.

—¿Interrumpo algo? —miro seria a Raymond con los brazos cruzados —¿Anisa? —desvío mi mirada a ella y Anisa solo baja la mirada al suelo.

—Solo les hice una pregunta, respondan —miró a Raymond y él también baja la mirada mientras se rasca la nuca, yo sonrío de lado.

—Pues yo... —balbucea Anisa.

—Traje a Anisa sana y salva señorita Keira, no tiene de qué preocuparse —dice Raymond y yo lo miro seria asintiendo —Mientras ella esté conmigo no tiene de qué preocuparse —noto como se pone nervioso ante mi mirada y eso hace que mi orgullo crezca.

—Está bien —él se vuelve a rascar la nuca —Gracias por cuidar de mi hermana ya que sino lo hubieras hecho ahora mismo... estarías muerto —murmuro encogiéndome de hombros y él me mira sorprendido ante mis palabras, yo solo sonrió de lado.

—Y por favor... —lo miro nuevamente antes de girarme para entrar —No me digas señorita, solo dime Keira —murmuro y él asiente.

Entró al apartamento y me siento en el sofá, al cabo de unos segundos Anisa entra y se sienta a mi lado mirándome molesta.

—¿Qué? ¿Ahora que hice? —suelto, apago la tele y me pongo con mi celular.

—¿Por qué lo has tratado así Keira? ¿No podías ser un poco mas amable? —dejo el celular a un lado y me encojo de hombros.

—No —ella frunce el ceño mas molesta —No, sabiendo que él es uno de ellos —ella se sorprende y se remueve en el sofá.

—¿Lo sabes? ¿Sabes que ellos...? —asiento y vuelvo a ponerme seria.

—¿Qué ellos son hombres lobos, criaturas sobrenaturales como las que lees en tus libros? —murmuro aún sin poder creerlo —Se podría decir que sí —me cojo la cara entre mis manos con frustración.

—Oye Keira... Tampoco es tan malo —levanto la cara y la miro incrédula.

—¿Cómo dices? —niego con la cabeza y me levanto del sofá —Son monstruos Anisa ¡Entiéndelo! —ella niega con la cabeza mientras me mira enfadada.

—Ellos no son monstruos, ellos son buenos, ellos... —la interrumpo.

—Anisa ¿Acaso has conocido a alguno antes?¿Ellos te han protegido alguna vez? —le pregunto y ella niega.

—No —murmura molesta.

—¿Entonces? —me siento al lado de ella y hago que me mira a los ojos —¿Quién te ha protegido todo este tiempo? ¿Quién te ha protegido desde que nuestra madre murió? —ella baja la mirada dolida.

—Tú —murmura y yo asiento.

—No ha habido ni un solo hombre y mucho menos un solo licántropo que haya existido en nuestras vidas antes y menos que nos haya protegido —continuo —No conocemos como son ellos realmente Ani, no sabemos si sus intenciones son buenas o malas con nosotras —le digo y veo como ella asiente tristemente.

—Lo siento Ani, se que él te gusta mucho —la abrazo —Pero no puedo arriesgar a que te pase algo, te he protegido por mucho tiempo y él no va a ser la excepción —la aprieto contra mi pecho.

Por Fin Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora