Por Fin Te Encontré

Capítulo 35 (D)

POV DAMIÁN

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(Especial Damián)

La acuesto sobre la cama mientras la abrigo con la sabana, la miro fijamente y sin poder resistirme le doy un beso en su frente.

Viéndola dormir es tan pequeña y frágil... muy distinta a como la conocí al principio.

La observo durante unos segundos más y después cojo ropa para cambiarme.

Me dirijo al baño y me empiezo a quitar toda la ropa, entró a la ducha y abro el grifo. El agua empieza a caer por todo mi cuerpo mientras cierro los ojos.

No puedo dejar de pensar en ella apesar de que esta a unos metros de mí.

Hoy... en aquella habitación, por primera vez la vi tan frágil, tan indefensa.

No me imagino por cuanto tiempo habrá callado y guardado todo ese dolor mi pequeña.

Ojalá la hubiera buscado aún más desesperadamente... la habría podido ayudar.

Aunque jamás podré olvidar la manera en la que la conocí.

Suelto una pequeña risa y niego con la cabeza.

Recuerdo que justo ese día, cuando estaba esperando mi vuelo para seguirla buscando... esta vez iba a Rusia.

Y solo pasó.

De repente lo sentí...

Flashback

Sentí como todo mi cuerpo se tensaba mientras el delicioso aroma a mora y frambuesas llegaba a mi olfato.

Giro mi cabeza en dirección a aquel olor y entonces vi a una pequeña mujer pelinegra mirando desorientada a los lados.

Parecía buscar a alguien.

Lo único que quería era abalanzarme sobre ella, pero tampoco quería aterrarla, sé que eso definitivamente la asustaría y me odiaría al instante.

Hasta que posó su mirada sobre la mía y ahí si que sentí que me iba a descontrolar.

Por alguna razón su mirada no me incómodaba nada, es más... Deseaba quitarme las gafas de sol, acercarme a ella y ver sus preciosos ojos directamente.

Sé que es imposible pero... No sé porqué quería hacerlo.

—¿Quién eres tú? —le pregunte sin poder evitarlo.

—¿Perdón? —responde.

Su voz... Su voz es melodía para mis oídos.

Mi respiración se altera más y lucho con todas mis fuerzas para no levantarme y llevármela.

—Discúlpeme señorita yo... —digo mirando hacia otro lado, aprieto mis puños e intento calmarme.

—Si busca a una chica, que estaba vestida con unos leggins negro y una camiseta blanca, se fue con un chico hacia fuera —murmuró observándolo.

No puedo controlarme...

Joder, no puedo asustarla.

—Muchas gracias — dice y veo como empieza a alejarse de mí.

Siento como mi lobo, Cameron, lucha por salir a por ella.

Me saco las gafas a pesar de que estaba en un lugar público en medio de muchas personas pero valió la pena.