Capítulo 11 (K)

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POV KEIRA

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—¡Para! —murmura con dificultad Anisa —¡Para... por favor... Keira! —yo niego y con más intensidad le hago cosquillas en el estómago.

—Pide disculpa y jura que jamas volverás a hacer algo parecido —ella niega con la cabeza y yo la miro fijamente, paro mis movimientos y ella al instante coge aire, le doy un pellizco en el brazo.

Me había cansado de hacerle cosquillas y decirle lo mismo, pero ella no cedía, así que no tuve otra opción.

—¡Ah! ¡Keira, que eso duele cojones! —me mira con dolor y se soba suavemente el brazo, yo me cruzo de brazos sabiendo que era eso o dejarla sin ningunas consecuencias.

—Te lo has ganado tu solita —me encojo de hombros y camino hacia la puerta.

—¡Se me olvido decirte que mañana por la mañana, ya que es sábado, tenemos una cita con los chicos! —grita a mis espaldas y me giró con una mueca de molestia en mi cara.

—¿Que qué? —camino de nuevo hacia ella e inhalo con fuerza para intentar controlarme —¿Se puede saber en que momento me has preguntado como para aceptar? —digo entre dientes y ella sonríe inocentemente.

Esta niña me va a matar... Sino la mato yo antes.

—Es que... Como dijiste que ibas a darle una oportunidad a Damián... —murmura en voz baja.

—¡Pero eso no significa que este con esos chicos en todo momento! —resoplo y ella suelta otra risa sin gracia.

—Es que... Lo siento —ella baja la cabeza con tristeza y yo me cojo la cabeza, resopló y me siento a su lado con cansancio.

Me quedo por unos minutos mirando al frente sin saber que hacer, si ir o no ir.

La verdad es que estar con el hombre que me reclamo como suya no es muy bonito que digamos y más si a eso le sumas el desliz de una noche.

Los recuerdo llegan a mi mente de nuevo y niego rápidamente.

—Jamas debí aceptar tal locura —murmuro.

Aún me cuesta asimilar que es un ser sobrenatural y que existen en la vida real.

La verdad... estaba empezando a arrepentirme de haber dicho que sí en cuanto a lo de darle una oportunidad.

Observo a Anisa y me doy de como ella mira sus manos con tristeza, mueve sus dedos entre su camiseta y en su cara se puede ver la culpabilidad que sentía en ese momento.

Entonces me doy cuenta que ella realmente le gusta ese chico.

He intentado darle lo mejor todo estos años, trabajando como loca, aunque eso me halla quitando tiempo con ella, pero ahora no quería tampoco ser el impedimento a que ella sea feliz.

Pero... ¿Y si ese chico en realidad no tiene buenas intenciones con ella?

No lo conozco de nada y no sé si le quiere hacer daño o algo, bueno tampoco se mucho de su mundo.

Observó a mi hermana y respiro hondo asintiendo, aceptaré toda esta locura, por ella.

Lo haré, estaré observando todos los movimientos de estos hombre e intentado descubrir sus verdaderas intenciones, no pienso que nada malo nos pase a ambas y menos a Anisa.

Ella era lo único que me quedaba, lo único por lo que trabajaba y trabajaba sin parar, lo único que tengo para impulsarme a seguir adelante. Todo lo hago por ella y sin ella, hace mucho que me hubiera rendido.

Por Fin Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora