Por Fin Te Encontré

Capítulo 30 (K)

POV KEIRA

Miro a mi hermana acostada en su cama mientras pienso en como ha podido ocurrir esto, que ha podido haber pasado para que se haya desmayado de la nada.

— ¿Has llamado ya al doctor de la manada? — pregunto mirando a Raymond.

— Sí, mi luna — dice y yo ruedo los ojos.

— No me llames así, solo dime Keira, ya te lo he dicho — él solo asiente y yo vuelvo a mirar a mi pequeña hermana.

Unos diez minutos después llega el doctor y revisa a Anisa. Yo solo observo con preocupación suplicando interiormente que no le este pasando nada malo.

— Bien — el doctor guarda sus cosas en su maleta negra que trajo consigo y se gira hacia nosotros con una sonrisa — No tienen nada de que preocuparse, la joven Anisa esta bien y llena de salud.

— Doctor ¿Entonces por que se desmayo de la nada? — el doctor mira a Anisa durante unos segundos y después vuelve a mirarnos a nosotros.

— Será porque ella no es del todo una humana — murmura y mi cuerpo se paraliza, entonces siento como un balde de agua fría cae sobre mi cuerpo.

— ¿Perdone? Eso es imposible — hablo sin poder creerlo — Ella y yo somos hermanas biológicas — digo y el doctor asiente.

— Mi luna, siento informarle de estos, pero si lo que usted me dice es cierto, será de la misma madre, pero no del mismo padre — la sorpresa me recorre de pies a cabeza.

Yo se que somos hermanas de sangre, lo se con seguridad. Pero nuestra madre jamás nos dijo que una de nosotras era de otra procedencia, por así decirlo.

— Doctor ¿Está seguro de eso? — le vuelvo a preguntar.

— Completamente mi luna, tengo años de experiencia en esta profesión y se diferenciar muy bien si es un humano o no — suelta — Pero en el caso de su hermana, ella es mitad humana ya que he detectado magia en su interior.

Entreabro los labios mientras miro al suelo. No puede ser verdad.

— Está bien, gracias Doctor — dice Raymond y siento como el doctor sale de la habitación.

— ¿Estás bien Keira? — pregunta Raymond y yo asiento levantando la mirada.

— ¿Tu sabías algo de esto? — le pregunto a él y Raymond niega con la cabeza.

No sabría como Anisa tomaría esta noticia, no se como decirle esto, no se si le hará daño. Pero es algo que en este momento me angustia por ella.

Anisa seguía siendo mi hermana, siempre lo será, pero no sabría como decirle esto.

Creo que lo mejor es decírselo cuando sepa que esta completamente bien.

— Ray — lo llamo y él gira la cabeza en mi dirección — Por el momento no le digas nada a Anisa, lo mejor es asegurarnos que ella esta completamente bien y después pensaremos como decírselo — le digo y él me queda mirando pensativo.

— Está bien, esperaremos — asiento y vuelvo a mirar a Anisa.

Unos veinte minutos después, me inquieto cuando Anisa empieza a susurrar cosas sin sentido mientras empieza a llorar.

— ¿Qué le pasa? — pregunto asustada y me acerco a mi hermana.

— Anisa, princesa, levántate — susurra Raymond con voz preocupada.

Entonces Anisa comienza a sollozar y a llorar mas fuerte, yo cojo su brazo y la comienzo a mover.

— ¡Anisa! — alzo la voz, entonces unos segundos después veo como Anisa coge aire rápidamente mientras abre los ojos.