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Ser capaz de ver el pasado y el futuro de los demás es algo maravilloso, pero también muy aterrador.

Aparecí en este mundo desde que el primer ser vivo "nació" y fuí la encargada de guiarlo para que sobreviviera, fue el único momento en donde pude interferir en el destino de alguien, donde decidía si moría o vivía.

Los años fueron pasando y más seres vivos eran creados. Alfas, omegas y betas, cada uno con un camino ya marcado.

A algunos les tocó uno hermoso y lleno de amor mientras que a otros, uno lleno de dolor y sufrimiento. Eran caminos distintos, pero ninguno de los dos era perfecto, podían cruzarse y alterar por completa la vida de alguien.

Todo dependía de las decisiones que tomara cada uno.

En aquella época todos eran cambia-formas y el lado animal dominaba por completo la humana. Vivían siempre peleando ya sea por territorios, comida o simplemente para demostrar su poder.

Seguían su instinto.

Pero la situación dió un giro cuando él apareció. El Alfa de todos y todo.

Jeon Jungkook.

La actitud comenzó a cambiar y el equilibrio surgió. Las peleas entre Alfas disminuyeron al igual que las discriminaciones por el género.Tanto betas como Omegas eran tratado de igual manera, con los últimos siendo ligeramente más favorecidos por su capacidad de concebir.

La sola presencia del Alfa era dominante y territorial, nadie podía acercarse, sólo cuando el lo permitía.

Debido a eso, yo sólo podía observarlo a la distancia, pero no importaba, aún así pude ver lo que sucedió en su pasado y aquel tormentoso sufrimiento.

No me gustó.

Era alguien que había sido obligado a tener ese destino y entre tantos sentimientos pude detectar el más sobresaliente.

El anhelo.

El imponente Alfa anhelaba a su pareja, la llamaba y buscaba tan desesperadamente que todo aquel que lo veía sufría con él.

Lastimosamente, ésta nunca apareció y así, aquel Alfa, se volvió alguien solitario y duro.

Encerrado en su propio caparazón.

Pero aún siendo así, permitió a los demás acercarse más a él. Dejaba de lado su dolor y convivía con los demás, volviéndose alguien querido, respetado y adorado.

Cuando todo parecía ir bien, un terrible suceso ocurrió y muchos comenzaron a temerle, escapando de él, de su ira.

Y después de eso, el solitario Alfa comenzó a vagar sin rumbo, perdiéndose entre las montañas, bosques y selvas. Ocultó su aroma y desde aquel fatídico día, no fue visto por nadie.

La decisión que tomé fué a causa de ello, porque fuí la única que vió lo vacío que estaba aquel Alfa.

Me arrepentí, claro que lo hice, pero no de la decisión tomada, sino del método que utilicé.

Cambié mi apariencia y aparecí en aquella cueva para advertirle sobre su futuro. Utilicé el método más egoísta.

Congelar su cuerpo.

Hice que permaneciera encerrado en el hielo hasta que apareciera su alma gemela y lo hice para que descansara, para que dejara de sufrir.

Realmente, nunca esperé que fuesen tantos años. A pesar de la advertencia, su alma gemela debería haber aparecido mucho antes. No sé que salió mal.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora