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Los días después de volver a casa pasaron muy rápido.

Con mucha ayuda de Jungkook, nos encargamos de arreglar lo mas que pudimos la casa, varios muebles terminaron en la basura al igual que todas las mantas y almohadas de mi nido.

Me sorprendió y asustó al ver el estado del nido.

Entendía a mi Alfa, pero eso no quitaba el hecho de sentirme desprotegido, mi bebé ya no tendría donde dormir con tranquilidad hasta que hiciera uno nuevo.

–¿Qué sucede, Omega?– Pregunta Jungkook al escucharme suspirar por, quien sabe, vez.

–Estoy cansado– me tiro sobre la cama, boca abajo. Jungkook decidió llevarnos donde era su antigua casa.

Al menos pudimos dejar la casa de Ana en condiciones menos deplorables.

–No me mientas, ¿estás enojado por tu nido?– su voz se torna triste.

Entiendo a Jungkook, juro que lo entiendo, pero ¿Por qué no me quiere decir lo que sucedió? Desde que ví el estado de la habitación le pregunté el porque y él no dijo nada.

No volví a insistir, parecía un tema delicado para él, al igual que el tema de la marca.

–Jimin, mírame– pide girando mi cuerpo y posicionándose sobre mí.

Cubro mis ojos con mi brazo.

–No quiero verte–Trato de girar de nuevo, pero su agarre me lo impide.–Ya, Alfa, déjame... Soo se despertará– miento.

Soobin no lo hará.

Mi comportamiento no es el mejor, pero es la única manera, quiero saber por lo que pasó.

Jungkook oculta su rostro en mi pecho, suspira y comienza a hablar.

–Esa noche, después de llevar al cachorro con los lobos, volví y me quede en tu hogar, tu aroma estaba por todos lados y más en tu nido, gracias a ello logré mantener un poco mi cordura. No podía ni quería volver a mi forma humana, por eso cuando mi aroma cubrió todo por completo, me volví loco, todos mis pensamientos se mezclaron, no sabía que hacer y la desesperación se apoderó de mí y recordé... recordé al inútil Alfa, él fue quien te llevó, él entró en la casa, estuvo allí y ni siquiera le importó que cada rincón, que cada parte de tu cuerpo estaba cubierto con mi aroma y que claramente advertía que nadie se acercara, pero no... Él, ese desgraciado ignoró la única parte cuerda que le gritaba que se detuviera– inhala con fuerza, su voz sonaba más grave y gruñendo contra mi pecho libera su aroma.–No fue difícil encontrarlo, ahora que recuperé mis poderes por completo nadie ni nada puede escapar de mi otra vez– guarda silencio un momento y tensa su cuerpo.–Lo capture e hice que se arrepintiera por haberme arrebatado mi vida. No te daré detalles de lo que hice, pero al volver aquí, estaba cubierto de sangre, no me importó y dormí en tu nido hasta que "desperté" y ví todo el desastre. Escapé a aquella pequeña montaña, no quería ver a nadie, no quería sentir a nadie e intente morir varias veces, pero soy un maldito Dios, no pude y mi mente se perdió con cada intento. El tiempo pasaba, día, noche, no había diferencia... Hasta que escuche tu llamado– levanta su cabeza y me observa con lágrimas es sus ojos. Las pequeñas gotas resbalan por su rostro cayendo sobre el mío, mezclándose con mis propias lágrimas.

Sonríe de forma lastimera y trata de seguir hablando, pero su voz no sale.

Mi pecho duele y lo atraigo en un fuerte abrazo.

–Está bien, no tienes que seguir... Lo siento, hice que recordarás todo de nuevo– digo apresurado, no quiero verlo en este estado menos por mi culpa.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora