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~Él no puede percibir nada, Denis. Es alguien neutro, por más que lo intentes, él no sentirá nada~

Denis no dejaba de pensar en la palabras dichas por el Alfa.

–¿Y si lo cambias?

Quizás así él podría sentirme, él sabría.

~No, Denis. Si cambio su destino sería como nacer de nuevo, con otra vida, otro género... otro compañero~

–Puedo intentarlo, él podría...–

~Ya lo hiciste y no funcionó. Hay una manera, Denis, pero no creo que él quiera~

¿Le dirás?

(...)



–¿Denis?

El Omega levanta la mirada y mira a su pareja. El brillo en su mirada hacia tiempo que ya no estaba, Amaris ya no lo miraba como antes.

¿Por qué dejó de amarlo?

¿Y si el problema fuera él?, tal vez su destino era estar solo. Ver a los demás avanzar hacia lo que quieren, mientras se queda atrás. Acompañar a otros y quedar en soledad.

–Denis, ¿me escuchas?– Amaris mueve una mano frente a su rostro y lo mira con preocupación.

–Amaris...–

Quiere preguntar, decirle todo lo que siente, reclamarle por mentir, decirle que no hizo lo que pidió.Que hace tiempo encontró a su compañero destinado. Que él también podía dejar de amarla...

–¡Denis!– se acerca con rapidez al Omega y sostiene sus manos.–¿Por qué lloras? ¿alguien te hizo daño?, dime, cariño– lo abraza y Denis aumenta su llanto.

¿Por qué lo hacía?

¿Llenar su corazón de calidez para después tirarlo a un lado?¿En qué momento cambió tanto?

La persona que más amaba estaba jugando con él. Lo hacía sentir el ser más especial y luego lo bajaba de su lugar con un duro golpe.

Jungkook se lo había dicho, Amaris ya no lo amaba, pero él si. Amaba a la beta, ¿qué hizo para recibir su rechazo?

–¿Hablaste con Jungkook?– la beta acaricia con cuidado su espalda y se aleja para poder ver su cara. Denis asiente, secando sus lágrimas. Amaris sonríe y gira su cuerpo, murmurando.–¿Eso quiere decir que nos perdonó?, podemos seguir con nuestras vidas tal y como están– se gira de nuevo y abraza el delgado cuerpo del rubio.–Gracias, cariño.

Denis no dijo nada y Amaris no notó el cambio en su pareja, lo que decepcionó y quebró el corazón del Omega.

–Me iré ahora– deja un beso sobre su frente y se aleja, siendo detenida por el Omega.

–¿A dónde vas?– Denis no quería mirarla, sabía a dónde se dirigía, pero quería ver cuántas mentiras podía decir aquella persona.

Amaris rueda los ojos y suelta el agarre.

–Denis, tengo que ir a mi puesto. Te veo luego, cariño– dice apresurada y desaparece de allí, dejando sólo al rubio.

–Hoy es nuestro día juntos– murmura, cae al piso y lleva sus rodillas al pecho, acurrucándose, buscando el calor que poco a poco le fueron robando.



DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora