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–Mañana iremos a un lugar muy especial para mí– Susurra, Jungkook, muy cerca del oído del Omega.

Jimin se estremece y asiente con sus ojos cerrados.

Se encontraban descansando en el nido del Omega, con Soobin sobre el pecho de éste.

-Jimin..– llama y el pelinegro abre sus ojos, dirigiendo su mirada a su Alfa.–Te amo– sonríe con cariño y acaricia la mejilla del menor dejando descansar su mano allí.

El silencio inunda la habitación y sin esperar respuesta, el mayor se acomoda más cerca del Omega cerrando sus ojos para dormir.

Jimin se remueve y voltea su cuerpo, acomodando a Soobin a su lado.

El mayor suspira quedando boca arriba, aún con sus ojos cerrados. Sabía que Jimin no estaba listo para devolverle esa confesión, pero no esperaba que se alejara así.

Un ligero peso sobre su cuerpo lo saca de sus pensamientos y al abrir sus ojos nota el rostro de Jimin muy cerca del suyo.

–¿Qué..?– traga saliva y su cuerpo se tensa.

–Te quiero, Alfa– Confiesa con suavidad dejado un pequeño beso en su mentón.

El menor se acomoda y deja su rostro sobre el pecho del Alfa, éste se relaja por completo al sentir la tranquila respiración.

Abraza con fuerza a Jimin y cierra los ojos sonriendo complacido.

(...)

–Es hora, Gala. Ve.

La Omega asiente y desaparece de allí.

~Dime, Gala, ¿estás dispuesta a hacerlo?~

(...)

Gruñidos y gritos comienzan a escucharse. Alfas y betas listos para proteger a los suyos.

Protegerlos de aquella mujer de opacos ojos grises.

Gala está en medio de un gran bosque, susurrando palabras que nadie podía entender y al terminar de recitar, varias criaturas terminaban encerradas en fuertes jaulas.

Aquellos valientes que se acercaban con intención de detenerla eran expulsados con una potente descarga eléctrica, no lograban siquiera tocarla.

–Llamen a Jungkook– ordena, su voz modificada siendo más ronca.–Háganlo o ellos morirán– con su mano extendida susurra algo y las jaulas comienzan a reducir su tamaño.

Los gritos por parte de las criaturas encerradas no se hacen esperar, desesperando a los demás.

~Lo llamaremos... Lo llamaremos~ dice entre lágrimas una Omega, su cachorro había sido atrapado.

–Háganlo todos juntos– aclara agrandando las jaulas.

(...)

–Ahora si, ve– ordena el anciano.

Linares asiente, gira su cuerpo y comienza a caminar, sus ojos están opacos, pero cierto brillo malicioso aparecía de a momentos.


(...)

Jungkook abre sus ojos de repente, sentándose, su cuerpo está tenso y sus manos agarraban con excedida fuerza al Omega, quien se queja un momento y vuelve a dormirse.

El Alfa se relaja al sentir el aroma de Jimin y al darse cuenta de lo que ocurría, su rostro se llena de preocupación.

Con sigilo y delicadeza acomoda a Jimin para después alejarse.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora