Extra 1

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Fɪɴᴀʟ Dᴇ Kᴇᴋᴇᴛ.

La pantera corría por aquel bosque lleno de nieve, ya había cumplido con su tarea y lo único que quería era descansar.

Estaba cansada, ya no podía seguir.

Fue difícil al comienzo, se negó completamente a aceptar la muerte de Gala y se convenció de que volvería, que al regresar a su hogar ella estaría allí.

Su cabeza se perdió desde un principio.

Durante el día, su mente se nublaba y recolectaba comida para esperarla, su compañera estaba embarazada y necesitaba alimentarse bien. Todo cambiaba por la noche, la racionalidad volvía a la Alfa y se dedicaba a llorar su doble perdida, refugiándose en el nido de su Omega hasta el amanecer.

Pasaron alrededor de tres meses desde el incidente y Keket por fin pudo volver a verla. 

La Alfa sabía a la perfección que todo era mentira, más no le importaba, pero comenzaba a dudar si lo que vivía día a día era la realidad o una ilusión, y si fuera un sueño esperaba no despertar jamás. Gala aparecía a su alrededor cuando salía a cazar o cuando iba a dar un paseo, no podía ni se atrevía a tocarla temiendo a qué desapareciera.

Sólo escuchaba su voz y era feliz con eso, era feliz con aquella ilusión que creo su mente y no estaba dispuesta a renunciar a ella.

Dos meses más pasaron y la realidad la golpeó.

Su territorio ya no era seguro, los temblores eran cada vez más fuerte y el clima cambió drásticamente, el sol fue cubierto por negras nubes y el viento corría a gran velocidad.

Keket fue obligada a salir de su mundo al ver a los demás correr aterrados, fue obligada a desprenderse de su Omega una vez más.

Con su pecho ardiendo y la tristeza desbordando, emprendió camino hacia el territorio de los lobos. Sabía que Jungkook había llevado al pequeño cachorro con ellos.

Le tomó más tiempo de lo que planeo, pero llegó y pudo informar lo que sabía.

Durante su viaje pensó que, si era ella quien encontraba al Omega, Jungkook le devolvería a Gala. Ella había llamado al Alfa varias veces, pero fue inútil, él nunca apareció.

Utilizaría a Soobin para volver a ver a su amada. Sin embargo, sus planes cambiaron al ver al pequeño lobo que, aunque su voz sonará segura, su cuerpo desprendía melancolía y dolor.

Keket terminó por rendirse y se despidió de los lobos.

Ya no podía soportar la situación, ahora que todos sus pensamientos eran coherentes ya no era capaz de crear de nuevo aquella ilusión.

Lágrimas corrían por su cara mientras corría y sus patas temblaban con dolor.

Llegó a una pequeña aldea y encontró a un hombre tallando madera, mirando fijamente el cuchillo caminó hacia él con paso decidido. Su cabeza dolía y la imagen de su Omega sonríendo aparecía en su cabeza, cierra los ojos y salta sobre el hombre, le arrebata el cuchillo con su boca y sale corriendo para adentrarse de nuevo en el bosque.

Una vez alejada de la aldea, cambia a su forma humana y aprieta el cuchillo en sus manos.

–Lo siento, mi amada Gala, perdóname– solloza arrodillandose.–¿Cómo puedo vivir sin ti?, después de tantos años, tantas aventuras y momentos juntas...– susurra, sus lágrimas descendían en gran cantidad y su cuerpo temblaba.

Los recuerdos pasaban por su mente, mezclándose y haciendo que uno tras otro la golpearan directo en el corazón.

La suave y cálida voz de Gala sonaba en sus oídos, podía sentir sus caricias también.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora