DESTINO (Kookmin)

21

Sofocado.

Esa era la palabra que describía a Jimin en ese momento, podía sentir el calor recorrer su cuerpo, el ardor en su piel y el lubricante comenzando a deslizarse por sus muslos.

Quería que Jungkook lo tocará, que aliviara su dolor. ¿Por qué no hacía nada? Él lo quería.

–Jungkook... Alfa– susurra buscando más contacto del Alfa, pero las manos de éste no se movían de la cintura del menor.

Jungkook estaba estático, sabía que si se movía ya no podría controlarse.

El aroma dulce y suave de su Omega llegaba a su nariz al igual que los ligeros gemidos a sus oídos, deleitándo y envolviéndo su ser en un trance difícil de salir.

Necesitaba pensar en algo rápido o terminaría haciendo suyo al menor y no quería eso, por ahora.

Aprieta más su agarre y en un parpadeo están en la habitación del Alfa.

Deja al Omega sobre la cama y se aleja unos centímetros.

Jimin se queja ante su alejamiento y trata de levantarse siendo retenido por Jungkook.

–Quieto– gruñe acercándose a su rostro.

El Omega obedece quedando tendido sobre las mantas, con respiración agitada y ojos nublados.

Al verlo en ese estado, el Alfa se altera y saca de su bolsillo el celular. Marca con excesiva fuerza el número de la Omega pelirroja y espera a escuchar la voz del otro lado.

–Te necesito, ven a mi casa– dice con su ronca voz y cuelga tirando el aparato al suelo.–Demonios, apresúrate Gala– murmura mientras retiene al Omega quien había comenzado a quejarse debido al ardor entre sus piernas.

–Alfa, ayúdame..– aprieta sus piernas con fuerza y jadea al sentir la tela rozar contra esa sensible zona.

Jungkook al verlo pasa su lengua por sus colmillos, éstos picaban al igual que las palmas de sus manos que mantenían contacto con la cálida piel del Omega.

(...)

Gala al escuchar la voz del Alfa quiso colgar de inmediato, pero su tono la preocupó.

Después de pensarlo y dejando de lado su enojo, se dirigió hacía la casa del mayor.

Una vez en la sala de la casa el aroma de Omega en celo mezclado con el del Alfa la aturdió un momento.

–¿Jungkook?– pregunta nerviosa frente a la puerta de la habitación.

Cubre su nariz y espera.

No quiere entrar a la habitación y encontrarse con una escena comprometedora.

–Entra, Gala– escucha la voz del Alfa, ronca y profunda.

Entra de inmediato encontrándose con ambos en la cama. Jungkook apoyado en el respaldo y Jimin sobre él, durmiendo cómodamente.

–Wow... ¿Qué hiciste para tranquilizarlo?– se acerca unos pasos y ve la mala cara que le dirige el Alfa.

–Necesito que te quedes con él y lo cuides, yo iré con el cachorro– dice alejando con cuidado a Jimin.

–¿Jungkook?..– murmura el Omega quejándose sin abrir sus ojos.

–Jimin, tengo que irme. El cachorro está solo y no puedo quedarme– comenta con tono suave dejando un beso sobre la frente del menor.

Jimin había agarrado con fuerza su ropa. Sin embargo, lo soltó en cuanto escuchó sobre Soobin.