24

337 45 2
                                    

Kristians se puede encontrar a un lado con la mirada apartada. Por alguna extraña razón, sentí que sobraba.

–¿Estás satisfecho?.

Jungkook observa a Jimin con detenimiento y con el ceño ligeramente arrugado. El pelinegro había comido muy poco y por más que insistió, no logro que siguiera.

Jimin asiente con su cabeza gacha, incapaz de ver a su Alfa sin llorar.

Su hijo seguía durmiendo y acariciaba con suma delicadeza su carita. Jungkook, al ver esto, no contiene sus dudas.

–Es tu hijo, ¿verdad?–Mueve su mano y la coloca sobre la del menor, el calor recorre el cuerpo de Jimin y tiembla ligeramente. Asiente deprisa, sin poder reclamar, su voz se había ido y un nudo se formó en su garganta.–Es muy bonito, al igual que tú– sonríe y sus ojos brillan.

–Te llenará de palabras dulces.

Las palabras del moreno inundan la mente de Jimin, logrando que su corazón se estruja.

"¿Acaso Jungkook no siente que le hace daño?"

"¿Tan poco poder tiene su lazo?"

–¿Soy sólo otro más?¿No soy especial para ti?.

Jungkook, confundido, niega casi con espanto.

Muchos Omegas le han hecho esa pregunta y ya tenía armada la respuesta, pero por alguna razón sentía que si la decía, el joven frente suyo se llenaría de tristeza.

–Alfa, ¿no sientes nada?– pregunta y por primera vez, mira directamente aquellos relucientes ojos. Jungkook devuelve la mirada, pero la aparta después de un momento.–Aquí... tú, tú, ¿lo olvidaste?– presiona su propio pecho y baja la cabeza.

Jungkook también toca su pecho y mira hacia el cielo.

Claro que lo sentía, cada vez que miraba al Omega, nostalgia y amor se instalaba en su pecho.

Quería abrazarlo, besarlo, ocultarlo de todos y no dejar que nadie se le acerque. Pero no podía hacer eso, porque también quería que todos lo vieran y supieran que era suyo, quería llevarlo a conocer lugares que nadie a visitado.

No entendía, no podía percibir su aroma, sin embargo, en su mente ya estaba grabado y podía olerlo aunque no estuviera presente.

¿Cómo podía ser posible?, ni siquiera sabía el nombre del Omega.

Jungkook gruñe y se levanta, agarrando con una mano su cabeza.

–¿Jungkook?– Jimin lo mira con preocupación y con cuidado se levanta, tratando de agarrar su brazo.

–No, no me toques– Jungkook se aparta, sin mirar al Omega. Quiso usar su voz de mando, pero no pudo, al igual que no pudo decir aquello de mala manera. Su voz salió suave, incapaz de gritarle a ese niño.–No me siento bien, Ome... uhm–

–Jimin, mi nombre es Jimin.

Jungkook frunce aún más el ceño y siente más punzadas en su cabeza.

–Mi cabeza duele y no puedo evitar tratarte con suavidad, ¿por qué?– Jungkook se gira y sostiene los brazos de Jimin.

–No puedo siquiera ejercer fuerza, algo me lo impide. Quiero irme, pero no quiero dejarte solo– cae de rodillas, sosteniéndose de la cintura del menor.–¿Qué sucede?– la frustración se puede notar en su tono.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora