19

651 95 2
                                    

Esperamos a que el beta regrese e informe sobre la situación del cachorro. Según Jimin, le harán una revisión en sus cuerdas vocales.

Ayer, después que Jimin me contara el porque estaban en ese lugar, fuimos a pasear por la ciudad. Ambos estaban muy emocionados.

Estos días han estado emocionantes, descubrí el lado cariñoso de Jimin. Y El cachorro es muy tranquilo y protector con el Omega.

Son muy afectuosos el uno con el otro.

–No estés nervioso, Omega. Todo está bien– trato de tranquilizarlo.

–Si, mi bebé esta bien– murmura sin dejar de caminar. Suspiro y agarro su brazo para sentarlo a mi lado.

Pasó un tiempo desde que el beta se llevó a Soobin. No dejó que el Omega lo acompañara y se ganó varios reclamos.

Es muy adorable de ver, Jimin está enojado con el beta y a la vez preocupado por su cachorro.

–¿Por qué no me dejó entrar?– pregunta haciendo un puchero con sus rojizos labios.

Ahh... Es hermoso.

–No lo sé, Omega– susurro acariciando su cabello y él se apoya contra mi pecho.

Lo sé, pero no puedo decirle que ya es tiempo de despegarse un poco de su cachorro, están muy aferrados y será difícil para Soobin separarse.

Nos quedamos abrazados y en silencio hasta que el beta llega.

–Ven, Jimin– dice y se adentra a su oficina.

Jimin se levanta, da unos pasos y se voltea agarrando mi mano con fuerza haciendo que me levante también.

Sonrío tranquilo y lo sigo sin decir nada.

Entramos a la habitación y vemos al beta escribiendo sobre un papel, muy concentrado.

–Tomen asiento, por favor– dice sin despegar su mirada de los papeles.

Lo hacemos y el Omega se apega más a mi cuerpo.

Está asustado.

Paso mi mano por su cintura y acaricio suavemente sobre la tela, logrando que se relaje y suelte un pequeño suspiro.

–Se que estás enojado por no dejarte ir con Soobin, pero debes entender que...– Miro fijamente al beta y se pone nervioso. Jimin ya lo sabe, sólo no quiere asimilarlo.–Tienes que soltar un poco a Soobin– dice de repente el beta y entrecierro mis ojos.

–No lo haré– Jimin responde firme y lo observó fijamente. Tiene su cabeza gacha y juega con sus manos.

–Se que tengo que hacerlo, pero es muy pequeño aún. No tiene a nadie más... yo no...– continúa diciendo con cierto ¿miedo?

¿Por qué?

–Tienes que hacerlo, Jimin. Ni siquiera lo has inscrito en una guardería.¿Planeas tenerlo encerrado de todo?– el beta habla con tono burlón, ocultando su amargura y me controlo para no exigirle que se disculpe por hablarle así a mi Omega.

Aprieto mi puño y alejo mi otra mano de Jimin para evitar lastimarlo.

–Claro que no, yo... yo si lo inscribí, la directora del lugar dijo que no podía tratar con niños que no hablan– dice y se levanta de la silla.

¿Por qué estás tan asustado?

–Pues, ahora si puede. Él no tiene que pasar por lo que pasaste tú. El que tus padres te hayan mantenido encerrado no quiere decir que debas hacer lo mismo– enfadado, el beta se levanta golpeando el escritorio.–Eres un omega desastroso, no sabes ni como criar un niño. Estoy seguro que Soobin será un Alfa, por suerte, así no tendrá el mismo destino que tú, omega inser– no termina de hablar ya que lo tengo agarrado por la nuca, apretándolo con fuerza.

DESTINO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora