MI NOVIO EL VAMPIRO/ YAOI/HYUNSAENG/SS501

1

Hyun Joong

 — ¡Mierda! Hyun Joong, ¿Por qué lo trajiste aquí? —me gritó Jung Min.

— ¿Saliste del pueblo?

— ¿Qué no es obvio?

— ¿Qué harás con él?

—No sé, me lo encontré por ahí tirado, primero lo miré por unas horas, pero no despertaba así que supuse que le pasaba algo y como ya se estaba metiendo el sol decidí traerlo.

—Si alguien nos ve nos vamos a meter en problemas. No olvides el trato Hyun Joong.

—El trato lo consegui yo y si tu no dices nada, nadie se va a enterar. Le mentiremos al chico.

—¿Qué le diras?

—Que lo encontramos a unos metros de la entrada y tu no diras nada. Además si se enteran de que esta aquí, nadie le hara algo, es el trato.

Jung Min se fue enojado y me quedé ahí sentando mirando al chico, tome la mochila que traia, la abri y saque todo, trae un celular, comida, agua, dinero cosas que probablemente compro por ahí.

Tome su celular y lo revisé, tiene fotos de personas, supongo que son amistades o familiares de él. Tambien tiene muchas fotos suyas. Empezó a moverse, esta por despertar, aguarde todo con velocidad y entonces el despertó.

Me miró asustado. — ¿Dónde estoy?

—En un pueblo. ¿Quién eres?

— ¿No deberia de preguntarte yo eso?

—Kim Hyun Joong, asi me llamo. ¿Tú? —le pregunté tratando de no saber quien es.

—Heo Young Saeng. ¿Dónde estoy?

—Ya te dije, en un pueblo. Te encontré, en la entrada. ¿Qué hacías en la entrada?

—Cuando me desmaye estaba en medio de la playa. ¿De que entrada me estas hablando?

Lo miré unos minutos y sonreí.

—Muy bien, te encontre en la playa, estabas tirado y miré que no despertabas y te traje aquí, pero al parecer fue mala idea, no pense antes de traerte.

— ¿Y qué tiene de malo?

Le di la espalda e inhale profundo.

—Huele muy bien.

—No uso perfume.

—No hablo de eso, tu olor de humano, sabe delicioso.

Me giré a él y salto de la cama, se colocó asustado en la pared.

—Tu...tu eres un ¿vampiro? Mierda, pensé que nunca encontraría uno.

— ¿Encontrar? ¿Estás hablando de que estabas buscando?

Asenti.

Me reí. — ¿Por qué?

—Me interesa el tema —dijo un poco asustado, puedo ver en sus ojos que aun lo esta, me acerqué a él rapidamente. Se quedó viendome.

—Vaya, tus ojos son preciosos, muy rojos.

Me acerqué a su cuello y lo olí.

—Mierda, tu olor es droga.

Roce mi nariz en su cuello, saqué mi lengua y lo lamí. Estaba por hacerlo, por morderlo, pero me quité rapidamente.

—M...Me tengo que ir. —Dijo asustado.

—Estas en el pueblo Vampiro. ¿Seguro que quieres irte de noche?

— ¿De noche?

—Si, muchos estan afuera a esas horas y cómo no pueden salir a la luz, salen en la noche.

— ¿Y tú no?

—No, soy mitad y mitad.

— ¿Cómo?

—Mitad humanos y mitad vampiro.

Él chico me miró curioso.

— ¿Eso es posible?

—Si, lo es.

— ¿Entonces, pueden vivir en ambos lugares?

Asentí serio. —Y comer lo que sea, caminar como lo hacen ustedes, por eso te vi tirado en la playa, ¿Por qué te desmayaste?

—Tuve una insolación, creo.

— ¿Y te sientes mejor?

—Tengo sed y tengo hambre.

—Voy a traerte algo de comer, descansa y quédate tranquilo, no chupamos sangre de humanos, comemos animales.

Salí y Jung min está en la cocina. Me dio una bandeja de comida.

—Toma, debe de tener hambre. ¿oye? ¿Qué harás con él después?

—No lo sé.

—Sácalo de aquí, antes de que alguien se dé cuenta. Su olor es muy fuerte.

Asentí.  

— ¿Lo has seguido por varios días?

—No —le mentí.

—Es obvio que lo haz hecho, te la pases todo el día en la calle.

—No hay más cosas que hacer, es aburrido ver pasar los días.

Caminé de regresó a la habitación, él mira por la ventana. — ¿Qué hay afuera?

Él se asusto y me reí. —Ten, come esto después te ayudaré a salir de aquí.

Young saeng come desesperado.

—Oye hombre tranquilo, te vas ahogar.

—Lo siento, es que tenía días que sólo desayunaba.

— ¿Y por qué no te vas a tu casa?

—Estoy lejos de casa, salgo a buscar trabajo. Pero no tengo suerte.

Asentí ignorando que se la verdad, él siguió comiendo.

Lo miré atento.

Después me miró serio. —Gracias, estuvo muy rico todo.

—Puedo servirte más si quieres.

—No, no, quedé satisfecho, muchas gracias. ¿Podrías llevarme?

Asentí. —Ven sígueme.

Lo tomé sobre mí espalda y en un segundo ya nos encontrábamos lejos del pueblo. En dónde lo encontré.

— ¿Estarás bien? ¿Y si te desmayas de nuevo?

—Sólo tengo que caminar hasta mi casa.

— ¿Caminar? ¿Te puedo llevar?

— ¿Por qué querrías llevarme hasta mi casa?

—No tengo amigos, quiero uno.

Él sonrió y asintió.

Tal vez este un poco aburrido este capítulo, pero poco a poco van a ir agarrando forma, espero les guste y sigan leyendo. 🥰🥰

Trataré de no tardar tanto en actualizar.