MI NOVIO EL VAMPIRO/ YAOI/HYUNSAENG/SS501

21

Hyun Joong

El señor robusto, cabello canosos, estuvo diciendo algunas cosas, finalmente nos dijo que podemos besar, eso no lo dudamos ni dos segundos. Lo hicimos, después de decirnos unas cosa él se fue y quedamos los tres.

—Felicidades a los dos. —Dijo Jung Min sonriendo.

—Gracias —contestamos ambos, tomados de la mano.

—Prepare todo como me pediste. Y el avión los esta esperando dónde siempre, será mejor que se vayan ahora.

—Gracias Jung Min por ayudarme, te debo una.

Negó sonriendo.

—No me debes nada, que seas mi hermano y mejor amigo es suficiente y mereces ser feliz.

—Gracias —le sonreí.

—Pero ya váyanse llegarán tarde.

Salimos de la isla en una lancha. — ¿Desde cuándo estuviste preparando todo esto? —Me miró feliz.

—Desde que te fuiste he estado preparando todo con Jung Min. Aunque no estaba seguro si ibas a aceptar casarte, pensé que dirías que no. Pero Jung Min me dijo que si me amabas no ibas a dudar y estaba en lo cierto. Aunque nuestra luna de miel no será como otras. Es más un regalo que luna de miel, pero creo que cuenta, serás mío hasta que vuelva a anochecer.

Young Saeng sonrió y beso rápidamente.

Llegamos a la parada de la lancha, caminamos hasta el avión. Subimos y después de unos minutos comenzó el vuelo.

— ¿Será largo? —Me preguntó mirando a la ventana y luego volteo a verme.

—Si, lo mismo que hicimos de venida.

Young Saeng me miró.

— ¿Por qué?

—Ya te enterarás. —Le sonreí tomando su mano y mirando lo bien que le queda el anillo de matrimonio.

Young Saeng se quedó dormido y yo lo observé unos minutos, miré sus labios y sonríe. Siempre creí que tener a Young Saeng como ahora, sería algo lejano. Creí muchas veces que mi relación con él nunca iba a ser posible, lloré por días y me enojaba, desquitaba mi enojo con otros chicos. Estaba sufriendo porque creí que ese día de estar junto a él nunca llegaría. Pero como Jung min me dijo varias veces: No hay fecha que no se cumpla, es cuestión de esperar el tiempo justo. Y ahora estoy con él, nos tenemos él uno al otro, soy muy feliz. Jamás lo había estado en mi vida.

Sin Young Saeng mi vida seguiría siendo más mierda que antes.

Después de unas horas llegamos a dónde quería. Al salir a la ciudad de noche, Young Saeng mira a todos esos humanos, por primera vez en mucho tiempo puede ver a los humanos caminar por las calles. Noto que se asusta y empieza a tener un ataque de ansiedad, cosa que no había visto nunca en él. Tomo su mano y me pongo adelante de él, lo veo a los ojos, esta asustado.

— ¿Estas bien?

Negó movimiendo la cabeza.

—Veo a estas personas y recuerdo como Kyu Jong se reía de mí, hacía lo que quería conmigo. Y luego me ponía a esos presos en la cara para reírse de que no podía probar ninguna gota de ellos.

— ¿Oye? —Tomé su cara con mis manos. —Estas conmigo, aquí no está Kyu Jong. Sólo somos tú y yo. Y estás personas no son presos, son humanos normales. —Le susurré. Me sonrió y asintió. — ¿Nos vamos? Tenemos que tomar un taxi.

—Sí.

Al parecer Young Saeng no se ha dado cuenta en dónde estamos.

Subimos al taxi y le dije la dirección, Young Saeng no tardo en darse de que es la dirección dónde vivían sus padres. Él me miró serio.

— ¿Por qué ahí?

Sonreí, mirándolo. —Ya veras.

—Hace tiempo que ellos murieron, desde entonces me prometí vengar su muerte, pero ahora todo a cambiando.

—Creo que no les gustaría que hicieras eso.

—No pensé que volvería a estar aquí de nuevo, se ve tan diferente o en realidad jamás me había puesto a ver con claridad la ciudad. Caminaba por aquí casi siempre y en mi mundo sin prestarle atención a las personas. Enojado con la vida sin motivo alguno.

—Creo que eso de: Enojado con la vida sin motivo. No ha cambiado todavía.

Le sonreí y también lo hizo.

—Si, creo que tienes razón.

A los minutos llegamos a esa casa. La casa de los padres de Young Saeng queda un poco lejos de otras cosas. Es la última de todas y la más retirada. Tengo entendido que a ellos no les gustaba estar rodeado de muchas personas al igual que Young Saeng. Por eso compraron la casa más grande y más alejada de todas. Young Saeng se quedó mirando la casa por varios minutos, mientras yo baje todo del taxi, le pague al señor y después se fue.

Saque las llaves y se las entregue a Young Saeng. —Son tuyas. Como puedes notar la casa es diferente, he estado construyendola con ayuda de trabajadores humanos. Les pagué bien para que la tuvieran lista en estas fechas. Espero te guste como la arreglé, claro que puedes notar que tuve que ponerle ventanas, pero no entra el sol en ellas afortunadamente a tu casa no le entra el sol casi. Aunque siendo sincero, Jung Min estuvo aquí ayudandome en casi todo. Sé que no querías venir, pero también sé lo mucho que extrañas a tus padres y creo que tener estar casa por lo menos bien y no abandonada es lo menos que uno puede hacer para recordar a sus padres de buena manera. Nos quedamos aquí unos días y después vamos a una cabaña en un bosque como luna de miel y luego regresamos a la isla, sabes que no puedo dejarla ahora, mi trabajo esta ahí. Hace días fue mi padre a la isla y tiene trabajo para ti, te pagará bien y creo que te gustará. Además ya te controlas muy bien, veníamos con el taxista, no tuviste problemas.

—Si, al parecer la tortura de Kyu Jong funciona bien. Pero no quiero hablar de eso. ¿Entramos? —Me preguntó, metiendo la llave a la puerta de afuera. Entramos al jardín. —Él jardín está igual a como lo tenía mi madre. Hasta parece que la voy a ver regando sus plantas.

Él sonrió feliz.

Caminamos a la puerta de la casa y la abrió. Se quedó sorprendido. —Vaya hiciste una buen trabajo, realmente quedó muy bonito todo.

Sonreí. —Arreglar esta casa, es un regalo de mi para ti. Espero te haya gustado. Y Jung Min me ayudo a acomodar todo.

Se giró a mí y me abrazó fuerte. —Gracias, muchas gracias, y también gracias a Jung Min. Me gusta de verdad, pero que mal que yo no pueda darte nada.

—Ya me lo das, Young Saeng, ser mi novio y esposo es un regalo que siempre había querido tener. Y tuve que esperar toda una vida para eso. Tenerte conmigo siempre es más que suficiente.

Me sonrió y nos besamos lentamente.

Lo siento, no había podido actualizar. Gracias por leer.