MI NOVIO EL VAMPIRO/ YAOI/HYUNSAENG/SS501

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Young Saeng

Que Hyun Joong estuviera ahora en la misma ciudad que yo me ponía incómodo de muchas maneras, incluso en traer a otros hombres para tener sexo se me hacía que le faltaba el respeto, hace tiempo estamos separados, pero legalmente casados. ¿Significa que le soy infiel? No claro que no, ambos teníamos sexo con otros y no estamos juntos. Tengo mi derecho de rehacer mi vida, al igual que él. Entonces ¿por qué siento que lo engaño? Con ese presentimiento estuve muchos días, algunas veces me lo encontraba mientras yo hacía mi trabajo y nos mirábamos un buen momento, después cada quien tomaba caminó, luego deje de verlo. Su padre me dijo que hablaría con él dentro de poco, otro día en la mañana el llegó con lágrimas en los ojos y muy mal, se enteró de la verdad sobre su madre y su padre.

Estuvimos hablando y terminamos abrazados, tal vez dejar el pasado en el pasado es lo que falta. De todos modos, estoy aquí y solo, Hyun Joong es lo único que tengo que realmente me importa. Nadie de mi familia sigue vivo, con esos pensamientos me quedé abrazando a Hyun Joong en completo silencio, nos acostamos sobre la cama, yo acaricié su cabello. Por primera vez en mucho tiempo me sentí tranquilo, antes dormir era una pesadilla, pasaba días sin hacerlo y los días que dormía era porque lloraba sin parar.

Hyun Joong dejó de llorar después de unas horas y se quedó dormido. Lo observé dormir por mucho tiempo, comprendí que solo me hago más daño con tenerlo lejos, pero tampoco es que yo esté bien, me siento solo, aunque tenga a Hyun Joong, él tienen a su padre, pero ¿Y yo? Yo no tengo nada, mis lágrimas comenzaron a salir. Entendí que este vacío nunca se irá, más bien, nunca se había ido, mis padres me hacen falta, pero en estos años junto a Hyun Joong eran pocas las veces en las que me pare a pensar en eso, no me sentía solo, lo tenia a él, pero ahora que estuve completamente solo por estos tres años, entendí que no tengo a nadie a parte de Hyun Joong. Gustavo me hizo entrar en razón, la única persona que ha estado ahí, es Hyun Joong, siempre será él aunque no estemos juntos o yo me niegue a estar con él.

Las veces que me vigilo entendí que siempre lo amaré, que debo dejar lo que pasó con Kyu Jong atrás, Kyu Jong murió, yo mismo lo maté, lo maté porque me violo, estaba enojado con la vida, con Hyun Joong que no tenía la culpa y aun así lo culpe en mi mente. Él lo sabía sí, pero Kyu Jong era el que estaba mal, Hyun Joong no tenía nada que ver con eso. En esos momentos me sentí asqueado y quería estar solo, pero también necesitaba a alguien que me dijera que iba a estar todo bien y que lo superaría y Hyun Joong no estaba ahí, me hacían falta mis padres y me odiaba por ser un vampiro. Pero ahora que he estado pensando todo más tranquilo, comprendo que haya lo que haya pasado, nunca dejaré de amar a este hombre y que no puedo cambiar el ayer. Ahora estoy aquí con él, estamos vivos y lo estaremos muchos años.

La noche llegó, me levanté para ir a trabajar, Hyun Joong aun sigue dormido, le dejé una nota y salí de la casa.

Llegué a prisión, los policías me saludaron.

—Hola colmillitos, no te veo deprimido hoy. ¿Paso algo bueno?

Asentí.

—Sí, las cosas van a mejorar. ¿Qué me tienes hoy?

Sonrió. —En la azotea, sígueme.

Seguí al guardia por un pasillo lleno de presos, todos me miran asombrados. Uno de ellos inesperadamente tomó mi mano y me obligó a verlo, me soltó cuando lo miré directamente. — ¿Qué eres? —me preguntó asustado y el guardia soltó la risa.

—Es un vampiro y está aquí para matar a las personas cómo tú.

—Wow, tus ojos rojos dan miedo. Es la primera vez que veo a uno. Pensé que eras un mito.

Sonreí y seguimos caminando. Al llegar miré a muchos hombres sentados sobre una banca. —Muchacho, es hora de tu cena.

—Chicos —les dijo a los presos. —Llego su muerte, provecho Saeng. —Me dijo cerrando la puerta.

Sin pensarlo corrí a uno de ellos y mordí su cuello, al tiempo cayó al piso muerto, los demás empezaron a gritar y a pedir ayuda. En menos de 20 minutos, ya había terminado con todos. Abrí para salir de ahí, al volver a caminar por el pasillo los presos me miraban con miedo, miré a uno y le sonreí.

—Me quedé con hambre ¿Qué dices? —le dije y negó. El guardia soltó la risa.

—Está jugando, tranquilo —le dijo al preso.

—No le creería mucho, al final voy a terminar comiéndote.

Ambos nos reímos y salimos de ahí. —Es todo por ahora, te llamo cuando tengo más presos para desaparecer.

Me entrego un sobre de dinero y sonreí. —Nos vemos después.

Salí de prisión, decidí caminar un poco y asimilar lo que le dije a Hyun Joong sobre que me diera tiempo. Mientras iba caminando miré a Jung Min y Hyung Jun en un árbol, abrazados.

Me acerqué a ellos. — ¿Regresaron? —ambos voltearon a mi y me miraron molestos.

— ¿Hyun Joong y tú, no tienen más preguntas que hacer? —preguntó Jung Min. — ¿Y sí soy yo el que te pregunta?

—En realidad, justo ahora está dormido en mi cama, estamos en eso, necesito tiempo, pero supongo que estamos bien. Es cuestión de tiempo para volver a estar juntos como antes.

—Me enteré que Hyun Joong ya sabe la verdad de su padre. —Dijo Hyung Jun.

— ¿Tú ya lo sabías? —le pregunté y asintió.

—Kyu Jong me lo dijo, pero me dijo que no dijera nada, no le convenía aparte no quería que Kyu Jong me amenazara más. Mejor me callé.

— ¿Qué verdad? ¿Por qué yo no sé nada? —preguntó Jung Min mirando a Jun.

—Te cuento más tarde, es una historia un poco larga. ¿Trabajas? —Asentí.

—Hoy fui a prisión, por ahora ya terminé mi trabajo, bueno los dejo, tengo cosas que pensar.

Seguí caminando por horas, cuando estaba por irme a casa, sentí que alguien beso mis labios, lo empujé y mire de quien se trataba, es el chico de 27 años con él que, me encontró Hyun Joong el primer día que vino a verme. —Me asustaste.

—Lo siento Young Saeng. ¿Vamos a un Motel?

Negué.

—Lo siento Edgar, pero ya no puedo seguir acostándome contigo y otros vampiros, voy a regresar con mi esposo. Fue bueno conocerte, por favor pasa la voz ¿si?

Él asintió y yo tome caminó a casa, cuando entré Hyun Joong comía pastel de tres leches, mirando televisión. —Pensé que te irías.

— ¿Quieres que me vaya? —se levantó. —Me voy entonces. —Lo detuve y negué.

—No, tranquilo, sólo preguntaba, no quiero que te vayas.

Le sonreí, también lo hizo. Me senté a un lado de él, colocó sus piernas en mi regazo y sonrió. —Gracias por estar conmigo en estos momentos. Me hubiera gustado estar contigo cuando él te hizo daño.

Negué serio.

—No fue tu culpa, fue mía que nos hayas separado, yo me fui sin decir nada. Pero se que si, no me hubiera ido, hubieras estado conmigo.

—Quería estarlo.

Acaricié su pierna y le sonreí.

—Lo estas ahora y no es tarde para eso, hay cosas que tengo que superar aún. —Se acercó a mí lentamente y junto sus labios con los míos.

Respondí su beso.