23

41 9 11
                                    

Young Saeng

—Parece que hoy estará todo el día nublado. Quisiera ir al cementerio con mis padres.

—Vamos, yo te acompaño. Sólo que tendremos que ir en auto como todos los humanos, ya sabes.

—Está bien.

Después de unos minutos conduciendo llegamos al lugar. Hacía tiempo que no venía, justo hace casi dos años. Tanto tiempo.

Entramos y encontramos rápidamente el lugar de mis padres. Hyun Joong y yo limpiamos el lugar, colocamos flores, estuvimos un rato hay. Después nos fuimos de ahí.

En todo el camino estuve con la mente en blanco, sólo tomando la mano de Hyun Joong con la mía.

Luego me di cuenta de que estábamos saliendo hacia otra parte.

— ¿Hacía dónde vamos? —pregunté mirándolo. Sonrió.

—Al orfanato, ¿recuerdas que tus padres eran directores de ahí y que pasabas jugando con los niños de ese lugar? Hace días cuando vine a comprar algo para la casa me encontré a ese chico en la tienda de pinturas. Hablaba de ti y le dijo a su esposa que le gustaría volver a verte, yo hable con él y le dije que eras mi esposo, estuvimos hablando, dije que volverías en estos días y te llevaría a verlo.

Miré a Hyun Joong sin poder creerlo. — ¿Me estas diciendo que voy a estar cercas de un humano? —pregunté nervioso.

—Young Saeng, hemos caminado por las calles cercas de humanos, lo haces bien.

—Sí, pero no sé quedan a platicar conmigo o parados a centímetros de mí. —Dije molestó y sonrió.

—Confío en ti, lo harás bien, no te preocupes.

Detuvo el coche, se acercó a mí y beso mis labios lentamente. —Llegamos.

—Sí cometo un suicidio, cargaras eso en tu conciencia toda la vida.

Él sonrió y abrió la puerta. —No te preocupes, tendré la culpa. Estaremos un momento, vamos.

—Huelen muy bien. —Dije cerrando mis ojos y sintiendo el olor de ambos.

—Confío en ti, es tu amigo de la infancia. Yo te ayudaré.

Entonces los sentí. —Ya saben que llegamos, están por abrir la puerta.

—Sí lo logras, te doy un regalo esta noche.

Lo mire y sonreí.

—Bien, estoy deseoso por llegar a casa.

Bajamos del auto y llegué a su lado. —Nunca dije que sería en casa. —Me susurró tomando mi mano y sonreí.

Entonces ellos abrieron la puerta y ambos sonreímos.

—Young Saeng, que alegría verte, amigo. —Dijo Gustavo.

Me abrazó fuerte, se lo devolví queriendo que se alejará rápidamente de mí. Cuando lo hizo me presento a su esposa.

—Ella es mi esposa, Susana. Y él es Young Saeng, mi amigo del que tanto te he hablado este tiempo.

—Es un gusto —dijo su esposa, muy amable. Es una chica hermosa y mí amigo también es un hombre muy guapo.

Recuerdo que el orfanato, yo siempre estaba rodeados de chicos, pero Gustavo siempre estuvo solo y muy aparte de todos, recuerdo que a mí siempre me buscaban los demás niños, pero prefería irme con Gus, me encantaba hablar con él, jugar, hacer travesuras. De niños con cualquier cosa con entreteniamos, podíamos pasar horas riéndonos, haciendo de todo, jugábamos fútbol, íbamos a la playa que estaba enfrente del orfanato, solíamos pasar horas ahí jugando sobre la tierra y el agua. Peleábamos con otros niños, recuerdo que llegábamos golpeados y mí mamá nos regañaba por eso. Después de 4 años, cuando Gustavo cumplió 11 años, nos separaron, a él lo adoptaron unos señores millonarios y se lo llevaron a Inglaterra. Desde entonces no supe nada de él, pero recuerdo perfectamente que lloré por varios días por mi mejor amigo. Desde entonces no lo veía.

MI NOVIO EL VAMPIRO/ YAOI/HYUNSAENG/SS501Donde viven las historias. Descúbrelo ahora