Diez

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-Vamos ¡Salta, salta!

Los sonidos y risas cunden los pasillos, haciendo del lugar un ambiente conocido. Chicos revisando casilleros, libros viejos en la biblioteca, el intendente que me trapea los pies cada vez que me topo con él. Esto solo me dice una cosa...he vuelto al instituto.

- ¡Mis lentes! Por favor -. Escucho la voz chillona de Hannah.

Doy vuelta en un pasillo, Hannah salta de un lado a otro. Thomas y Fredd se lanzan sus lentes jugando con ella al gato y al ratón. Camino decidida y le quito los lentes a Thomas antes de que pueda reaccionar.

-Toma Hannah-. Se los tiendo. Ella se los coloca todo lo rápido que sus manos temblorosas le permiten.

-No te metas en lo que no te importa, Taylor-. Me recrimina Fredd que como siempre está con su bola de amigos.

-Escuchen -les planto la cara. No tengo intenciones de iniciar una pelea, solo quiero dejar las cosas claras-. Hannah es mi amiga y no voy a permitir que la molesten más.

Tomo a Hannah del hombro, le doy un leve empujón incitándola a que me siga.

- ¡Me tienes harto!

Thomas me alcanza, jala mi chaqueta por atrás y me estrella contra los casilleros. Los estudiantes que pasan rompen en silencio cuando mi cuerpo cruje contra el metal tras de mí. Cierro los ojos con dolor. ¿Ahora que le sucede?

- ¡Oye, déjala! -. La vocecita de Hannah adquiere potencia al reclamar, luego se arrepiente, pero es tarde. Lo mejor es que se aleje.

Thomas la mira con odio y le muestra los dientes cual perro rabioso. Hannah retrocede.

-Vete -. Le ordeno a la chica.

-Pero...

- ¡Que te vayas!

Hannah sale corriendo, se pierde entre la masa de estudiantes que se ha detenido a mirar. "Claro, nada es mejor que regresar y que tus acosadores favoritos te estén esperando". Thomas no me suelta, Fredd se mantiene alejado, parece que después de todo solo se animará a ser espectador.

- ¿Ahora que te hice? -. Grito cuando siento como el chico aprieta mi chaqueta contra mi pecho con fuerza. No me dejará ir, y yo le prometía Douglas que no me metería en líos.

Demonios.

- ¿¡Es cierto!? -pregunta con los ojos llenos de ira- ¿Es cierto que estuviste con Wilson? ¿Ambos han estado juntos estos dos días?

No sé qué término esté entendiendo con eso de "estar juntos" pero me incomoda preguntar. ¿Esa tontería es lo que tanto le molesta?

- ¡Eso que importa!

- ¡Responde!

Thomas pega su cara a la mía. Su aliento a anís me da en el rostro, su nariz respingona pega con mi nariz roja. Si los dos no estuviéramos furiosos esta escena podría dar malos entendidos. Sé que no tengo necesidad de responder a sus cuestionamientos, pero se me da bien decir mentiras, así que pruebo con eso.

-Claro que no. Yo no sé dónde ha estado ese estúpido. Ya deja de molestarme, Thomas.

El aprieta con más fuerza, mi cráneo duele al hacer contacto contra el casillero.

- ¡Me lo quitaste! -grita de repente- ¡Me quitaste a mi mejor amigo!

Le duele, lo noto; pero yo no tengo la culpa de sus celos. Parece que Thomas fuera la ex novia de Wilson, aunque en ese caso sería una ex novia bastante fuerte y musculosa.

-Claro que no-respingo-. Yo no tengo nada que ver en eso. Si tú y ese tipo idiota con infantilismo-señalo a Fredd- no le hubieran contado mentiras al director esto no estaría pasando. Yo odio la situación tanto como Wilson, o como ustedes. Así que no me vengan con la porquería de que yo se los quité.

SANGRE RUDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora