ROMA

10. Dulce.

Al levantar la mirada hacia él, me doy cuenta de que detrás viene Finn abrazado a Morgan.

-¡Ven aquí!- Me quita la bebida para ponerla en la mesa, extiende ambas manos hacia mí, y al tomarlas jala de estas para ponerme de pie.-¡Te ves genial! Ya me han dicho que no querías usar mis zapatos por temor a que me molestara.

-¿No es así?

Sonríe-Me gusta compartir. Si es contigo mucho mejor.

Se aproxima a mí, y me rodea en un abrazo. Carter sólo tiene que hablar para ver lo puro que es su corazón, y este abrazo se siente como algo que no sabía que necesitaba.

Sin ningún tipo de nervio le devuelvo el abrazo. El aroma de su perfume ya se ha mezclado con el del alcohol, pero aún así se ve mucho más sobrio que Riley.

-Lo siento, rubia- murmura-. Hice que renunciaras y no volví a llamarte, pero he estado ocupado; por si no te has dado cuenta, te aviso que cuando tengo mucho en mente me distraigo fácil.

-Estoy bien- respondo separándome un poco de él, pero no suelta mis hombros-. La pasé mal unos días, pero ya quiero poner mi vida en orden, sé que dejar mi trabajo fue la mejor decisión que pude tomar.

-Sé que vas a lograr lo que quieras- sonríe y me suelta para irse a sentar con Riley.

Mi campo de visión ahora se ve interrumpido por Morgan tomando su bebida mientras se balancea de un lado a otro frente a la mesa. Parece tan inmersa en su mundo que no creería que es su primer trago, la música realmente la transporta a su lugar feliz.

De pronto siento cómo alguien golpea la parte de atrás de mi rodilla haciendo que me doble un poco. Al voltear ya estaba dispuesta a reclamarle a Carter, pero me encuentro con que Finn ha estirado su pierna poniéndola sobre la de Riley para alcanzarme.

Le muestro mi dedo medio y este me sonríe palmeando el lugar junto a él, pero a pesar de que niego, él no pierde el buen humor.

Un día lo fastidiaré, tengo fe en ello.

Tomo mi bebida y me hago un espacio a lado de Carter quien parece estar entretenido diciéndole algo a Riley, a pesar de que este ultimo esté en medio de la pálida.

-¿Todo bien?- Cuestiona Morgan acercándose a mí-. Si no te estas divirtiendo podemos...

-Cualquier cosa es más divertido que los últimos años, créeme- digo dando un trago a mi bebida-. Oye, creo que ese chico te está viendo mucho- señalo discretamente a el de la mesa que está frente a nosotras.

Morgan se gira y al volver a mi aprieta sus labios en una sonrisa.

-Tal vez te miraba a ti. ¿No quieres que discretamente te ayude a pasar por esa mesa?

Río-Seguramente- doy un trago a mi bebida intentando no verme nerviosa-. Tendrá que lidiar con la decepción. Soy de la vieja escuela, me gusta ver iniciativa.

-Algo que tenemos en común- ríe, pero luego veo como pasa la mirada de mi rostro hacia atrás de mí.

-¡Chelsea, si me odias sólo dilo!

Me giro y lo primero que veo es a Finn en cuclillas, y recargado en las piernas de Carter.

-¿Odiarte?