14. Conversaciones de media noche.

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Cuando Finn me propuso salir esta noche casi pude jurar que mi corazón se aceleró tanto que él podía escucharlo. Claramente no es cierto o no estaría viva, pero sigo emocionándome cada vez que pienso en pasar tiempo con él.

Tanto tiempo sin amigos me afectó más de lo que creí.

-¿Quieres?- Pregunta Carter sentándose a mi lado.

He venido a su departamento ya que insistieron mucho en que lo hiciera. Y por ello, me refiero a todos menos a Riley, quien parecía mirarme suplicante que dijera que no.

Pero yo quería venir, así que terminé aceptando.

Pasamos buen rato en el estudio, pude ver a Morgan tocando el bajo y a Carter terminando su grabación. Al parecer Finn y Riley ya habían grabado su parte para cuando llegué yo, así que no tuve el placer de verlos.

-¿Qué es eso?- Miro el pastelillo que lleva en su mano-. ¿Son los normales o los que me dejan riendo como loca?

-¿Riendo por qué?

Escucho a Finn imitar mi risa del cerdo, pero finjo no escucharlo para decir:

-No tengo hambre.

Se encoge de hombros y lo troza a la mitad con sus manos. Luego deja uno de estos en la mesa del centro. Finn, quien está sentado a mi izquierda, termina por inclinarse para alcanzarlo y comer la mitad de este en un mordisco.

-Son normales, los especiales los hice hace una semana, y dejaron apestando el departamento por un buen rato. Ya temía que los vecinos pusieran una queja- dice Morgan tomando asiento en el sillón del frente-. Sólo quería hacer un postre, pero Carter insistió en ponerle su...- suspira- orégano, como le dice él.

-También saben bien con orégano- ríe Finn antes de subir sus pies a la mesa -¿Segura no quieres el resto?- Lo extiende hacia mí de nuevo.

-No.

-No tienen nada- rueda los ojos-. Jamás sería el amigo del que los padres te advierten te ofrecerá drogas.

-De todas formas no las aceptaría... y tampoco quiero, gracias.

-Tendré que quedarme con las ganas de verte poseída por Peppa Pig- murmura ganándose un codazo de mi parte.

Aunque eso lo hizo reír aún más.

-Cállate- murmuro, pero él vuelve a imitar el sonido del cerdito-Finn...-advierto.

-Ya, Helga- me da un empujón con su hombro-. Sólo estoy molestándote.

-Lo estas logrando.

-Sabes que...

-Si ya terminaron de secretearse...- interrumpe Riley alzando la voz.-. Quisiera saber a donde iremos esta noche.

-... celoso de que Finn no secretee contigo- escucho murmurar decir a Morgan-. Ya te dijo Carter hace un rato que encontró un bar en internet-habla normal esta vez.

-Si, pero jamás lo confirmaron- toma asiento junto a su hermana.

-Pues esta confirmado- dice Carter-. Con que todos estén listos para las diez y nos vamos.

Falta una hora para eso.

Finn se pone de pie y al girarme hacia él me doy cuenta que lleva la mirada puesta en la pantalla de su teléfono.

-¿Me acompañas a mi habitación, Murphy? Quiero mostrarte algo.

Las voces de los demás callan abruptamente y de pronto he entendido que lo han mal interpretado.

ROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora