ROMA

31. El respeto al tiempo.

Los días han pasado bastante lento, pero no ha pasado nada interesante tampoco. No he hablado con los chicos desde que los ví el domingo, y la única vez que tuve contacto con ellos en esta semana fue cuando Morgan me envió un mensaje para decirme que hoy viernes celebrarían en un club, ya que se hace publico su primer sencillo del álbum. Todo bien con eso, hasta que supe que Lily recibió el mismo mensaje pero de parte de Finn.

¿Por qué no pudo invitarme él?

El trabajo ha estado bien, he hablado con Helena sobre Sean y Louis, he escuchado horas de conversación sobre sus intentos de mejorar el amor propio de Lily, y recibido bastantes mensajes de parte de Elliot enviándome videos sobre técnicas de tatuadores.

El chico es bastante agradable, se nota que le gusta enseñar... y también qué está desesperado por ayuda en su local.

Ahora mismo estoy en mi habitación, echada en cama y leyendo la versión de Orgullo y Prejuicio con las anotaciones de Finn mientras ignoro el hecho de que estoy empapada en sudor, por haber estado limpiando el departamento con antes.

No fue muy buena idea dejar que Lily se duchara primero, ahora me ha dado pereza levantarme.

-¿Puedo pasar?- Escucho que de pronto toca la puerta y como apenas se nota su nariz por el filo de la puerta.

-Pasa.

La puerta de abre de golpe, y cuando digo de eso, es porque Lily la empuja con tal emoción que termina estampándola contra la pared.

Seguramente eso dejará una marca en la pintura.

-Quiero una opinión- dice adentrándose a la habitación con varios ganchos y ropa en las manos-. No sé si ponerme este pantalón con está blusa- los arroja sobre mí- o este vestido- lo arroja a un lado de las otras cosas-, o este, que nunca he usado- me muestra el que aún lleva en sus manos.

-Pues el que nunca has usado- respondo segura antes de dejar el libro a un lado para apreciarlo mejor.

Es color negro, y se nota que irá bastante pegado a cualquiera que se atreva a meterse en éste.

-¿Segura? ¿Qué usarás tú? ¿Crees que vayan más personas? Digo, personas importantes y tenga que verme un poco más decente- señala el pantalón-, o enseñar un poco- señala el vestido azul en la cama-, o enseñar bastante- sonríe y me muestra el vestido que lleva en manos.

Tiene tantas opciones y yo no tengo ninguna aún.

En mi defensa, apenas son las dos de la tarde, luego iré al bar a trabajar, y a pesar de que si quiero ir al club con ellos, tendré que llegar hasta después de media noche.

Supe que los hermanos Bassett invitaron a Helena, pero ésta me dijo que rechazó la invitación ya que luego de cerrar quería ir a casa con Lou. Su respuesta fue algo cómo: tengo treinta años y un hijo, no puedo seguir saliendo con ustedes a esos lugares.

-Pues enseña todo lo que quieras- me encojo de hombros-. Es un club, no una cena con sus abogados.

-Tú eres abogada.

-Pero no voy a trabajar, Lily- me pongo de pie y voy directamente a mi armario para ver que hay dentro-. Yo ni siquiera sé que me pondré.

Comienzo a repasar con la mirada mi guardarropa, cuando mi amiga me hace a un lado para comenzar a revisar uno por uno mis vestidos. Tampoco es que tenga tantos. Creo que tengo dos, y uno viejo si es que no he limpiado el armario en un buen rato.

- Uh... ¡mira este!

Me muestra el vestido color plata que llevaba puesto el día del casino.

-Acabo de usarlo el sábado, y con ellos.