ROMA

27. La luna y los deseos.

No sé porque razón no hemos ido al bar como había dicho Morgan en la cena, pero me la estoy pasando bien aquí. Las bebidas en el pequeño bar de la habitación eran gratis, así que no hemos dudado ni un poco en tomarlas. Kaia incluso ha traído la botella de ron de su habitación ya que es lo único que toma. No en bebida, no algo más, sólo ron o cerveza. Me suena a que es algo que bebería un anciano, pero para gustos hay de todo.

Hemos cantado y bailado un poco por la habitación, tomamos un par de tragos, y los chicos aprovecharon para sacar un par de fotografías que quieren publicar luego de media noche para hacer pensar que están celebrando el anunciar su primer sencillo.

Carter está cantando una canción que solía gustarme mucho en preparatoria. Riley está echado en la cama mirándolo con diversión, mientras que el de rulos sigue bailando encima de él intentando no pisarlo. Kaia está en el sillón mirando la escena como si no pudiera quitarle los ojos de encima al bailarín, y yo sentada junto a Morgan en la otra cama, mientras tanto, Finn está a la derecha de la chica, grabando la escena.

-¿Por qué ha cantado eso como si fuera una canción triste?- Pregunto a Morgan.

-Víctor le ha dicho que se quede con un sólo genero, lo más que le permitió fue mantenerse siendo hombre- hace comillas con sus dedos-, pero conectado con su lado femenino.

-Eso es horrible.

-Cuando dices la palabra horrible si creo que sea algo que me recuerde a Víctor- pone una mueca y se pone de pie-. Voy a servirme otro- me muestra su vaso-. ¿Quieres?

Niego-Estoy bien.

Morgan camina hacia el bar y comienza a preparar su bebida, mientras tanto, Carter brinca de la otra cama hacia esta y para mi sorpresa cae de pie. Kaia incluso se ha incorporado en el sillón por el susto, pero al verlo sano y salvo vuelve a su posición inicial.

El chico le arrebata el teléfono a Finn para que deje de grabarlo y lo obliga a ponerse de pie sobre la cama al igual que él.

-Canta conmigo- le dice tomándolo por los hombros.

Carter vuelve a brincar a la otra cama y noto como Riley se encoge en su lugar mientras cubre la entrepierna con temor a ser aplastado por el chico. La risa de Morgan no tarda en llegar gracias a la cara de horror de su hermano, además de que en cuanto Riley se sienta en una esquina, Finn no lo duda antes de saltar al espacio libre que ha dejado.

Antes de que lleguen al coro, ambos se dan una mirada rápida; comenzaré a creer han desarrollado telepatía, ya que sin decir nada, se entienden, y ambos saltan a la cama en la que me encuentro. Jalan de mí hacía arriba, sorprendiéndome que con tanta facilidad me han hecho quedar encima de la cama.

Me aferro a sus hombros intentando estabilizarme gracias a que me es difícil con los tacones puestos, y una vez que lo logro, ellos mismos me sueltan. De inmediato el rubio baja de un salto y comienza a hacer lo mismo con Riley.

Yo sólo me limito a permanecer de pie sin caer de la cama e intentando controlar mi risa.

Eso es nuevo, ni siquiera voy borracha.

-Quien no arriesga no gana, Chels- murmura Carter aprovechando que la música está lo suficientemente alta para no ser escuchados-. Acércate a él.

-Tan bien que estamos ahora, ¿por qué no seguimos así?

-Las fiestas son el momento perfecto para abordar a alguien, y quiero ver que se besen.