Capítulo 2.
Jason Beaumont.
—¿Ves la piedra que está al lado de la maceta beige?
—Ajá.
—Bien, pues es falsa —confiesa mi madre por la llamada—. En la parte de abajo esta la llave pegada.
Sigo sus órdenes y no puedo evitar no reír al ver una llave pegada con cinta de florecitas.
Pego mi hombro a mi oreja para sostener el móvil, meto la llave a la cerradura y giro el pomo. Abro la puerta y la casa en penumbras me recibe, y un poco de polvo.
Demasiado, diría yo.
—¿Dónde está el interruptor? —pregunto a mí mismo.
—A tu lado derecho —dice, mi madre.
Enciendo la luz y queda un poco más iluminada la casa. Conforme voy entrando, con dos maletas en cada mano, me comienza a picar la nariz.
—Cualquier duda que tengas con la casa comunícate con Trevol, ya sea que pierdas la llave o algo por el estilo, has la compra y compra comida de verdad —sermonea mientras yo dejo las maletas en el salón—. Sé que conoces Ohio, pero recuerda que tienes tíos adoptivos ahí y también a los Gilmore... —estornudo—. Salud, Jason.
—Está bien, mamá, ¿Dónde se prende la calefacción? —frunzo el ceño y veo a todos lados.
—Esta antes de entrar a la cocina, me ha dicho Trevol que han ido a limpiar la habitación principal, así que hay sabanas limpias.
Pues el resto de la casa grita no la han limpiado en años.
—Bien —me dirijo hacia donde está la calefacción—. Mamá.
—¿Si? —me fijo en mi reloj.
—En Londre son las dos de la mañana, ve a dormir —me rio.
—Quería asegurarme de que hayas llegado bien —murmura—. Bien, te dejo, tú también tienes que descansar, fue un vuelo largo. Te quiero, hijo, cuídate.
—Yo igual, mamá. Buenas noches.
—Que descanses, Jason —cuelga.
Dejo el móvil en el sofá junto a la chamarra que me acabo de quitar. Me dispongo a darle un vistazo a la casa.
Está muy bien decorada, se ve que lo ha hecho un profesional, el salón es grande, tiene dos sofás grises oscuro, las paredes blancas y algunas grises, el comedor es de madera color blanca, la cocina es toda blanca con detalles en negro mate, la isla de la cocina es de mármol, todo está en tonos fríos.
Subo las escaleras y al llegar arriba me encuentro con un largo pasillo, el cual esta oscuro, me cago si suena algún ruidito, busco el interruptor con la mano y lo encuentro del lado derecho, el pasillo se ilumina y deja a mi vista cinco puertas.
Abro la primera puerta del lado derecho y una ola de polvo me recibe, bien, esta no es la principal. Abro la segunda y es el cuarto de baño. Abro la primera puerta del lado izquierdo y un aroma a limpio sale de esta. Esta es mi habitación.
Es grande, paredes blancas, colcha gris oscuro al igual que las almohadas, mesas de noche con sus respectivas lámparas, dos puertas a mi derecha, supongo que una es el armario y la otra el cuarto de baño.
Bajo de nuevo y me dispongo a subir las maletas, subo las cuatro a la vez... cosa de la cual me arrepiento en el último escalón. Las dejo en el armario y abro una de ellas para sacar ropa cómoda. Tomo un chándal y una sudadera. Entro a la ducha y dejo que el agua calientita empape mi cuerpo. Hay toallas limpias en una repisa, así que las tomo y las paso por mi cuerpo para secarme.
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Lugar En Mi
RomanceBrynn está rota. Está llena de dolor. Trata de disimularlo, pero a veces, no funciona. Ella es fría, hermética y complicada. Jason acaba de llegar de nuevo a Ohio, pero se da cuenta que las cosas han cambiado. Sus amigos van a la universidad, el equ...