Capítulo 10. "Miradas"

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Capítulo 10.

Jason Beaumont.

—Olsen le quita el disco a Hood y se lo pasa a Bell, pero Sprouse trata de quitárselo, y... ouch, eso dolió... Bell no deja que nadie le quite el disco, los Darkness están detrás de él, pero se niega a pasarlo... Gilmore logra quítaselo y se lo pasa a Parker, parece que los Darkness serán los siguientes en anotar... Evans empuja a Parker y le roba el disco... ¡Indiana Tigers acaba de anotar por tercera vez consecutiva! —paso mis manos con desespero por mi cabello.

El marcador marca Ohio Darkness 1 e Indiana Tigers 4

Este juego esta de la hostia, el equipo contrario ha venido a patearle el culo a los de casa. El entrenador Steve está a dos de tener un infarto y el querido capitán Rob no sirve ni una mierda.

—No me jodas... les están pateando el culo —bufa Dave a mi lado.

—Nunca habían tenido tan mal juego —murmura Brenda a su lado.

En estos momentos el entrenador está hablando con ellos, han mandado a la banca a Parker, mala idea, es de los buenos. Rob no sabe liderar un equipo, no sé ni porque es el capitán. Harry o Landon lo hicieran mejor.

Comienza el juego de nuevo y al parecer llevan la delantera los Darkness. Rezo porque siga así. A alguien le suena el móvil, pero como no es el mío, ni atención pongo. Todos corean un ouch tras ver como uno de los Tigers estampo contra el muro a Darwin.

Pobre Ted.

—... estamos en las gradas lado B... aja, en la mitad. Daros prisa, que esto está muy mal... —Dave cuelga la llamada y al instante vuelve a su posición.

Con los codos apoyados en las rodillas.

Brenda se está mordiendo las uñas y mira como una loca el juego. Todos los que apoyan a los Darkness les está dando un micro infarto. Los están moliendo en su propio sitio.

Tengo unas ganas de quitarle el puñetero palo de hockey a Rob y ponerme a jugar, pero antes reventárselo en la cabeza. Pedazo de idiota.

—... Davis lleva el disco a la portería de los Darkness, tiene pisándole los talones a Martin... Morgan llega por delante y lo estampa contra el muro... oh, oh, creo que empieza la pelea —no me jodas—... ¡Davis anota con éxito y su marcador cambia a cinco! —bufo y siento que me retuerzo del coraje—. Oh, oh... creo que la casa no está teniendo éxito esta noche.

¿Te vas dando cuenta, calvo de mierda?

Siento que la sangre me hierve, mi ansiedad esta al mil y mi mal humor está llegando. Menudo juego. Dave murmura algo que sinceramente no he oído, estoy aturdido por el calvo y la derrota.

A los segundos veo de reojo como una pareja se sienta en la grada de enfrente. Por el color negro de su cabello y la coleta, la cual deja ver mechones verde neón, me doy cuenta de que se trata de Brynn. El chico ni idea de quien sea.

—Vaya mierda de juego... que vergüenza ser de Ohio —murmuran riéndose desde enfrente.

Que gran apoyo le da a su hermano, que barbaridad.

—Brynn, cállate —le dice Dave sin despegar la mirada del juego.

En estos momentos un Tigers tiene el disco, Landon está tratando de quitárselo y hay esperanzas de que lo logre. Genial, ahora Landon tiene el disco. Sigue así. Por su derecha llega otro Tigers y comienza la riña, el calvo no se calla y siento los ojos secos, ni siquiera quiero parpadear.

Landon logra llevarse el disco hacia la portería de los Tigers, pero como detrás tiene a uno de ellos, lanza el disco a nada más y nada menos que... Ted.

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