Capítulo 1
Jason BeaumontUn año después.
Agosto 2021.Pisada tras pisada. Árbol tras árbol. Usando las ganas reprimidas de gritar como combustible, dejando mi alma en cada paso, solo escuchando mi respiración agitada y las piedritas crujir cada que las suelas de las deportivas caen en ellas.
Corro bajo el camino de árboles que están a punto de teñirse de anaranjado, con los arbustos frondosos a mis lados y algunas personas. Cualquiera que me estuviera viendo creería que estoy corriendo por diversión, para mantenerme en forma, o para pensar y para estar relajado... tengo un maldito año sin estarlo.
Disminuyo la velocidad conforme me acerco al lago y percibo la banca frente a este.
Mi lugar seguro desde hace un año.
Dejo mi culo caer en las tablas de madera, trato de recuperarme tras hora y media de solo correr, correr y correr. Como si tratara de huir de mi realidad. Estiro mis piernas. A lo lejos hay unos niños dándole de comer a los patos y algunas personas más en las demás bancas, gracias al cielo estoy en la más olvidada y alejada.
Cierro los ojos al momento que llevo mis manos a mi rostro para frotarlas con desespero. Me es increíble que ni siquiera esta actividad pueda relajarme, es como si solo me alterará más y me deja alborotado para pensar en todas las cosas malas que pueden ocurrir durante los siguientes minutos. Necesito un cigarrillo.
Saco mi móvil del bolsillo de mis pantalones deportivos y leo el mensaje que me ha llegado cuando todavía seguía corriendo. Es papá.
Papá: Hijo, tengo que ir a la inmobiliaria de emergencia, al parecer algo malo esta pasando y me han llamado. Corie se ha quedado con tu madre, cuando termines de correr ve a casa.
Jason: Claro, me avisas que ha pasado cuando puedas.
Respiro hondo, muy hondo, tan hondo como me he hundido este último año. Guardo el móvil de nuevo y vuelvo a ponerme de pie. Mañana me tocará contemplar el aterdecer aquí. Emprendo camino a casa.
Cuando salgo del sendero y vuelvo a las calles de Hampstead, con los tonos rojizos ya tiñendo el cielo, hoy estuvo despejado, y un viento agradable, me enfoco en el camino a casa. Unos gritos me hacen voltear a la casa por la que estoy pasado. Se me seca la garganta de solo ver la escena.
Una chica en los brazos de un chico mientras este le da vueltas y ella no para de gritar y reír a la vez, la deja de nuevo en el suelo y le besa una mejilla. Mis pies se detienen por voluntad propia y mis labios se entreabren, también se ha abierto la herida que habita en mi desde hace un año. A quien engaño... jamás se ha cerrado. Se ha sentido como unas gotitas de limón cayendo ahí, en la piel rajada, haciendo arder todo.
Desvio la mirada y camino cabizbajo a casa. Ha sido un parte aguas para que los pensamientos lleguen a atacar.
Creo que una de las preguntas que mas ha habitado en mi cabeza a sido; ¿Qué será de Brynn?
No he sabido nada de ella, no se si ha seguido en la universidad, si su salud ha mejorado o si sigue en tratamiento, ni siquiera supe si había ganado la competencia. Nadie me ha dicho nada y cuando he preguntado solo me han respondido con un «bien». Ha sus redes no ha subido nada, cuando Harry sube fotos nunca sale ella, ni en las redes de sus amigos.
¿me pensara? ¿preguntara por mi? ¿estara bien?
Que estúpido, ni siquiera me quería y yo creyendo que piensa en mi.
Ni siquiera debería pensarla, en fin. La odio, eso es todo lo que se.
Abro la puerta de casa y aviento las llaves al mueble del recibidor. Me voy directo a la cocina a sacar una botella de agua de la nevera, en el trayecto mi vista cae en el ventanal que da al patio trasero. Me recargo en el marco del ventanal y hablo.
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Lugar En Mi
RomanceBrynn está rota. Está llena de dolor. Trata de disimularlo, pero a veces, no funciona. Ella es fría, hermética y complicada. Jason acaba de llegar de nuevo a Ohio, pero se da cuenta que las cosas han cambiado. Sus amigos van a la universidad, el equ...