Capítulo 12. "Mi hija"

533 45 39
                                    

Capítulo 12
Jason Beaumont

Dejo el cigarrillo en mis labios cuando paso mis manos por mi cabello, nervioso, separo el cigarrillo y dejo salir el humo para que se dicipe a mi alrededor. De reojo, veo como Brynn le vuelve a acomodar la bandita rosada a Maia, lo ha hecho aproximadamente trece veces en estos minutos.

—Calma, Bry.

—Estoy calmada.

Asiente, viendo a la niña, como si tratara de convencerse a ella misma de que lo esta. Y no lo esta. Acabo el cigarrillo y lo aplasto en el asfeizer de la ventana, me separo y voy hasta ella.

—Tranquila.

—Ya callate —sisea, apuñando los ojos.

Aprieto los labios para no reime de ella en su cara, pongo mis manos en sus hombros y la gira para que me vea de frente. Ella no levanta la cabeza, solo toca sus uñas viendola fijamente.

—¿Qué es lo que te preocupa?

—¿Cómo... —levantanta la mirada y me ev indignada—. ¿Cómo puedes preguntar eso? Jason, sabes lo que pasara, ¿no? —mueve las manos, con obviedad—. Tus papás conoceran a Maia, sabran que tienen una nieta de ocho meses, ocho meses.

—Lo se.

—¡¿Y como puedes estar tan tranquilo?! —chilla.

—Aunque no lo creas, estoy de todo menos tranquilo, ¿sabes cuantos cigarrillos llevo?

—Los suficientes para que apestes a cenicero —hace una mueca—. Te estas matando.

—Estoy bien —pone los ojos en blanco.

—¡No es verdad! Te la vives fumando, ¿quieres morirte?

—No me morire.

—Si, aja —bufa—. ¿Sabes? Lo menos que quiero es que mi hija este en el funeral de su padre por ser una maldita chimenea y ella ni siquiera sea mayor de edad.

Sus ojos se agrandan, y sus labios se aprietan, y su mirada se crsitaliza. Bajo la cabeza, comprendiendo lo que ha dicho y entendiendola.

—Lo siento, pero estoy, en serio —suspiro, viendola de nuevo—. No te preocupes, como lo unico que tengo que evitar es el alcohol por el medicamento, olvido lo del cigarrillo.

—¿Qué medicamento? —frunce el ceño.

Abro la boca para responer, pero la cierro al recordar algo. Brynn no sabe que tomo medicamentos recetados por mi psicologa. Dejo caer mis manos a mis costados, me giro y cojo a Maia en brazos, estaba sentada viendonos desde su cambiador.

—Jason Beaumont.

—Yo... estoy bien, no te preocupes.

—Jason...

Suspiro hondo antes de girarme a ella de nuevo.

—Todo este año he ido a terapia y... tomo medicamento.

Sus ojos se agrandan aun mas.

—¿En serio? —asiento—. ¿Por eso no querias vino la otra noche?

la inocencia con la que lo dice, porque, en verdad se esta refiriendo a eso y no se le ha venido a la mente lo que paso esa noche luego de que me ofreciera vino. Que ha dicir verdad, sueño con ese momento cada noche que ha pasado. Solo recordar a Bry debajo de mi, su aroma, siendo la coqueta que conoci, sus gemidos y facciones hermosas mientras alcanzaba el orgasmo.

Sus labios, perfectos, delgados y deliciosos. Besandonos hasta cansarnos y quedar dormidos abrazados. Despertar con ella en mis brazos. Joder, fue la mejor mañana en meses.

Lugar En Mi  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora