Quiero Volver Contigo

Cap. 1

Narradora

Es un día caluroso para todo el país, en el tiempo han avisado de que una ola de calor invadirá todo el país incluyendo la costa norte, en donde se supone que la mar debería de calmar el calor. En la pequeña ciudad de Torrelavega, las calles están completamente deshabitadas, todo el mundo está en sus casas pegados al aire acondicionado, al abanico o al congelador con un helado en la mano; y es que no es habitual que los termómetros lleguen a los 30°C en esa zona acostumbrada a temperaturas más frías que calientes.

En la carretera un coche de color azul con luces policiales arriba, se dirige hacia el monte, en donde unos perros de caza se han encontrado con un cadáver. El coche se detiene al final de la carretera, que ya empieza a dar al monte, donde más coches que reconoce están allí estacionados también. El conductor se baja y avanza por el camino estrecho a pie, ya que su coche no puede seguir avanzando por allí. Camina por varios minutos hasta llegar a un pequeño llano lleno de árboles que hacen una sombra agradable pero no muy fresca. Allí, se ha desplegado todo el equipo forense y de policía, el cual ha acordonado la zona con el típico cordón policial de plástico amarillo y negro para empezar la investigación. El cadáver está tirado en el suelo, boca abajo y con varias heridas de bala en la espalda, las cuales tienen rastros de sangre seca alrededor de ellas. La ropa está sucia, rota, en su cuello se ve la marca morada y roja de un objeto que la intentó asfixiar. En sus piernas y muñecas hay moretones, y su cuello está plagado de chupetones, pero aun así no hay una marca de unión.

— Capitán — dice un Alpha de nombre Mario, de 29 años, cabello castaño y corto; piel blanca, ojos azules y 1'77m.

— Dime Inspector —

— Los forenses preguntan que si se pueden llevar ya el cuerpo —

El capitán se agacha frente al cuerpo y asiente tras echarle un último vistazo.

— Diles que sí, luego iré donde Marcos a que me dé un documento detallado sobre el cadáver —

— Si señor —

Su subordinado camina hacia los forenses para transmitirles el mensaje, y estos de inmediato meten el cuerpo con cuidado en una bolsa negra, la posan sobre una camilla y la meten a la furgoneta. El Capitán se dirige hacia otro de sus subordinados, un Beta de nombre Manuel, de 56 años, cabello negro, algo canoso y corto; piel blanca, ojos castaños y estatura de 1'72

— Inspector, ¿Podría mostrarme las fotos que ha sacado del cadáver? —

— Claro Capitán —

Coge la cámara y mira de vuelta la posición del cuerpo a través de la pantalla. Poco a poco la zona del crimen se despeja y solo queda el Capitán, y sus cuatro miembros del equipo. Entonces pasa a recrear el crimen.

— El cuerpo estaba boca abajo, por lo que su agresor estaba detrás suyo — comenta poniéndose frente a ellos.

— Posiblemente estuviera escapando de él — habló la Inspectora Leandra, una mujer Alpha, de 30 años, cabello rubio, muy rizado y corto; piel morena, ojos azules y estatura de 1'75m.

— Es muy probable, de ahí que tuviera la suela de las sandalias y los pies tan sucios —

— Pero no había marcas de neumáticos cuando llegamos — comentó el Inspector Jesús, un Beta, de 45 años, cabello negro, piel negra, ojos negros y estatura de 1'73m.

— No tienen por qué haber venido por la carretera, es más, no tendría sentido — comentó el Capitán — si el asesino, o asesina, hubiera venido en coche, ya la hubiera matado mucho antes, y el cuerpo no estaría aquí, sino en la carretera. Si da el hecho de que lo hubiera movido, se habría visto un mínimo rastro de sangre o de arrastre de lo demostrase en el cuerpo o en el camino —