Se soltó del agarre de Martín y encendió las luces para que viera el comedor. La mesa estaba puesta y la comida en medio de ella. Había velas y un ramo de rosas rojas preciosas puestas en un jarrón con agua. Le cogió de la mano con suavidad para llevarle hasta allí y vio que el contenido de los platos no era ni más ni menos que tallarines fritos con ternera. Un plato chino que nunca le había dejado de encantar al Omega, y que siempre que había podido, los había pedido para comer.
— ¿Lo hiciste tú? —
— Claro que sí... Eso de que acabo de llegar... Bueno, es un poco trola, porque he hecho aquí la cena — dijo riendo un poco se forma nerviosa; entonces Martín miró el resto de la cocina — ¡Lo he dejado todo ordenado! Todo está tal y como me lo encontré... — hizo una pausa — menos lo que he necesitado para cocinar, eso está fregado y está secando —
La comida tenía una pinta de muerte, además de que el delicioso olor que entraba por las fosas nasales de Martín le hacía abrir el apetito y sentirse menos enfadado.
Martín miró a Cristóbal detrás suyo, quién esperaba impaciente lo que el Omega diría pareciéndose a un perro que espera las órdenes de su amo.
Cristóbal era mucho más alto que Martín, la última vez que se habían visto Cristóbal debía medir 1'74, pero ahora se notaba que medía más, 1'82 por lo menos, así que tenía que mirar hacia arriba, incluso era más alto que Eloy a pesar de tener tan solo 29 años. También influía el hecho de ser un Alpha de sangre pura. En su hombro derecho había tatuado una calavera, esa se la hizo durante su servicio, al igual que el cuchillo tatuado en su muñeca derecha y la marca del ying y el yang en la izquierda.— Cristóbal... Todo esto es muy bonito y todo un detalle por tu parte... Las flores, las velas, el hecho de prepararme la cena también lo son, lo admito... — miró la mesa otra vez y volvió a mirarlo a él — no voy a discutir el hecho de que hayas entrado en mi casa sin saber cómo, ni tampoco voy a preguntar cómo me has encontrado... — él quiso hablar pero Martín alzó la mano con el dedo índice arriba indicándole estar en silencio para que él pudiera hablar — cómo has estado aquí solo sin vigilancia... No dudo en que hayas mirado en los cajones y armarios de toda la casa — dijo mientras lo veía asentir, dando por hecho que es lo que había hecho — así que tampoco dudo de que hayas visto las fotos que tengo con... Mi actual pareja... —
Martín no sabía por qué, pero Cristóbal tenía el poder de hacerle estar nervioso sin él siquiera saberlo. Si, notaba su voz temblar, hacer gestos de más... Notaba como esa parte sentimental de Martín que había sido enterrada, se moría por él, querer abrazarlo, besarlo... Pero obviamente su otra parte más racional mantenía retenida a esta. Tenía suficiente autocontrol como para poder estar frente suyo sin hacer nada de lo que se arrepintiera.
— Sí, he visto las fotos, ¿Es por eso que piensas echarme de aquí, así como así? —
— No es así como así, como comprenderás, a mí novio no le gustará encontrarte aquí... No sabe de ti y ver a un Alpha en una casa con su Omega... —
— ¿Entonces puedo quedarme a conocer a tu novio? —
— ¿Acaso no me has estado escuchando? No, no puedes, viene de trabajar y está muy cansado — mintió, sabiendo que, en realidad, como ya le había dicho Eloy, esa noche tampoco llegaría a casa.
Lo cogió de los hombros para darle la vuelta y llevarlo hacia la puerta. Pero cuando abrió e intentó empujarlo fuera, Cristóbal dió una vuelta sobre sí hacia un lado, haciendo a Martín empujar a la nada, precipitándose hacia delante cerrando la puerta delante suyo, haciendo que Cristóbal le acorralara.
— Sabes de lo que soy capaz Cristóbal, no quiero ser duro contigo — dijo Martín serio, intentando controlar sus nervios.
— ¿Duro? — soltó una carcajada — te recuerdo que mi condición de sangre pura me hace inmune a tus feromonas... — llevó su mano a la cintura del Omega frente a él para acercarla a su cadera y pegarse a él — por el contrario... — su otra mano tomó su barbilla para inclinar su cabeza de cabellos rojos hacia arriba — tú no eres inmune a las mías a pesar de ser sangre pura... —
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Quiero Volver Contigo
ActionKay se puso alerta, mirando la puerta con recelo y supo que estaba en problemas. - ¡Martín! ¡Sorpresa, estoy en casa! - Kay ladró, Martín escuchó las llaves ser posadas sobre la mesita de la entrada y vió la figura de Eloy trajeado aparecer por el s...