Cap. 11

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Martín estaba harto de sus mentiras, de las promesas que no cumplía, de los sentimientos que hacía despertar en él, esos que le subían el ánimo y luego le hacían darse un ostión tremendo emocional ahogado en lágrimas.
Terminó de cenar y sin fregar ni recoger la mesa fue directo a la nevera a por la botella de vino que estaba enfriándose para la cena. Ni siquiera cogió un vaso, la botella fue directa a sus labios, para que el líquido rojo, fresco y algo amargo cayera por su garganta con rapidez.
Bajó la botella después de un buen trago que casi le ahoga, para coger aire y empezar a llorar mientras se escurría hasta el suelo por la puerta de los armarios bajos del fogón.
Kay que estaba a su lado salió corriendo con el rabo entre las patas, y es que sin darse cuenta había empezado a soltar feromonas enfadadas, angustiadas...
Se acordó, su celo llegaría en unos días, esperaba que fuera después del fin de semana para visitar a sus padres, pero con estos cambios de humor repentinos, le venía oliendo que se le iría a adelantar, al igual que el mes pasado y el anterior a ese, y el anterior al anterior de ese... Justo cuando Eloy le empezó a dar estos disgustos que no paraban de llegar y clavarse en su alma.

Poco a poco fue cerrando los ojos, los cuales le dolían de llorar, quedando dormido sobre el suelo, con la cabeza apoyada sobre sus piernas, con la botella de vino casi vacía al lado suyo. Pasados unos largos minutos abrió sus ojos lentamente, viendo todo algo borroso, se había olvidado de apagar las luces, pero aún ni por esas podía ver quien había entrado a su casa. Su olor era dulce, era delicioso, pero su embriaguez no le daba para poder hablar, caminar o siquiera distinguir su aroma. Solo sintió como le cargó entre sus brazos fuertes mientras murmuraba con un tono molesto. Martín pudo sentir sus feromonas rodearle y dejarle dormido otra vez. Cerró los ojos y sintió como su cuerpo era posado sobre su cama, como las sábanas cálidas lo cubrían y como el peso de la persona a su lado le invitaba a abrazarlo mientras estaba acostado a su lado. Se aferró a su cuerpo, y posiblemente por la mezcla de alcohol y tristeza por el plantón, se puso a llorar sin saber en que pecho lloraba. Igual era el mismo Eloy, pero para cuando quiso pensarlo ya le daba igual que lo viera borracho y llorando. Después, se quedó completamente dormido, mientras esa persona le daba besos en la cabeza con cariño y susurraba cosas que Martín no entendía, pero que por el tono, parecía arrepentido por algo.

Se sentía tan bien bajo su tacto...

Al día siguiente se levantó y para su sorpresa no estaba solo, aunque tampoco hizo por despertar a su compañía. Durante el juicio Martín intentaba mantenerse despierto sin tener dolor de cabeza. Esa mañana se había tomado varias pastillas contra el dolor de la resaca por la embriaguez que las cervezas y las copas de la tarde, mezclados con la botella de vino que se había tomado le habían provocado.

— Kevin Johnson. Yo te condeno de 5 a 20 años por violación en segundo grado y el robo de una moto sin agresión, con la posibilidad de pagar una fianza de 100.000 € — dictó la jueza golpeando el martillo de madera sobre la mesa, haciendo su cabeza palpitar de dolor - Karla Blackberry, yo te condeno de 10 a 15 años por asesinato en primer grado sin la posibilidad de pagar una fianza para salir - volvió a golpear con el martillo haciéndole esta vez cerrar los ojos por el dolor otra vez — aguaciles por favor... —

Salieron de allí y vio como los señores Blackberry se alejaban hacia su coche, siendo perseguidos por la prensa. Irina se tapaba la cara con un abanico, mientras ocultaba a la vez sus lágrimas. Strike iba delante para hacer paso entre la prensa sin responder una sola palabra.
Volvieron a comisaría para guardar todo sobre el caso y Roger se acercó a ellos.

— Habéis hecho un buen trabajo equipo — dijo sin añadir halagos — como recompensa... Vais a tener un nuevo compañero — dijo dando un paso a un lado para que un Alpha, muy conocido para Martín, se presentara ante todos.

Quiero Volver ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora