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Pensaba en cómo había terminado esa situación. Estaba en la parte trasera de un lujoso auto, junto con el pequeño que se cabeceaba del sueño junto a él, mientras que su padre y ahora empleador estaba sentado en el asiento del copiloto. Su instinto protector apareció de nuevo y lo hizo alzar su mano para colocar la cabeza del menor en su hombro. 

Suspiró y bajó la mirada a sus manos, con algo de nervio puso su mano derecha sobre las manos del menor.

"Están frías"

Se sobresaltó un poco al sentir como Hendery se acurrucaba y acercaba más a su cuerpo abrazando su torso.

— Wang... ¿Vives aquí? — preguntó Zhan mirando al asiento trasero y sorprendidose por la escena que le regalaban ambos.

Yibo levantó la mirada y giró su cabeza para mirar por la ventana, estaban afuera de su muy descuidado edificio.

— Sí, yo... Vivo aquí — Hendery se removió un poco y abrió sus ojos enderezandose.

— Lo veo en la mañana señor — dijo tomando sus cosas para salir del vehículo.

— Espero cumplas tu palabra — sonrió.

— Lo haré. Hasta luego niño — se despidió y salió del auto.

— Hasta luego Ge. Te espero a primera hora — dijo por último cuando el carro comenzó a avanzar.

Resignado entró al edificio viejo para dirigirse a su departamento, al llegar sacó su llave y abrió la puerta, se quitó la mochila y de ella sacó su camisa manchada de sangre, dejó su mochila en el piso y entró al baño para lavarla.
Una vez estuvo limpia la dejó tendida en una cuerda que había puesto en el baño.

Salió del lugar y vio su armario, el cual tenía las puertas abiertas, no tuvo que pensar demasiado, Long había venido por sus últimas cosas, las lágrimas se acumularon en sus ojos, quiso retenerla pero no pudo.

Se sentó en el filo de lo que era su cama y lloró, lloró todo lo que tenía dentro de sí, todo lo que había acumulado dentro de sí tanto tiempo y lo que a fuerza había retenido, lo obligó a salir con su llanto... ¿Por qué a mí?, era lo que se preguntaba mirando el techo de su departamento. Y es que, había pasado por tanto que enserio ya no quería continuar y seguir decepcionandose. Porque no lloraba solo por su ex, lloraba por sí mismo, porque se arrepentía, se arrepentía de haber vivido de aquella manera en la que lo hizo.

Pero el recuerdo del niño dándole una oportunidad llegó a su mente, limpió sus lágrimas y sorbió su nariz. Miró su reloj y al ver la hora asintió.

— Será un nuevo día... Mamá te dió una nueva oportunidad, aprovéchala... Por ella — habló dándose aliento.

Eran la una de la madrugada, debía levantarse temprano, por lo que decidió acostarse y dormir de una vez por todas.








Por otro lado, Hendery era ayudado por su padre a entrar a la casa.

— KunHang, que sea la última vez que haces esto de escaparte... Si no fuera por ese joven sabrá Dios que te hubiera pasado y sabes que ahora más que nunca debes evitar salir solo — reprochaba el pelinegro.

— Lo siento papá, pero no me pasó nada malo... Ge me ayudó y creo que yo lo ayudé.

— Ajá sí ¿Y cómo lo ayudaste? — preguntó mientras abría la puerta de la habitación del menor.

— Yo... fui a visitar a mamá... y casualmente escuché cuando Ge lloraba porque creo que le han pasado muchas cosas malas y al parecer lo habían abandonado, entonces escuché cuando decía que él peleaba para ganar algo de dinero, lo seguí y lo vi pelear. Papá tenías que haberlo visto, era increíble, parecía un profesional y el hombre con el que peleo era un gigante y aún así le gano en el primer asalto, pero no sé que le pasó y perdió... Luego de eso lo seguí y... Él se quería lanzar del puente, quería acabar con su vida y me dolió, entonces le ofrecí que sea mi guardaespaldas. No quiero ir a Canadá papá, me gusta estar aquí contigo y me agrada que-

DÉRIVE  [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora