14

3.3K 509 36
                                    

Ya habían pasado tres días desde el accidente con Gun y la reconciliación de Zhan y su hijo, se sentía bien el ya no ver pelear a padre e hijo, pero por otro lado se sentía mal al querer decir la verdad y no poder por miedo. Y no era tanto el miedo a que lo rechazaran o botaran, era miedo a involucrarlos en algo tan oscuro y peligroso.

Yibo caminaba de regreso a su departamento, era muy tarde en la noche, hacía frío pero no se preocupaba tanto, sabía cómo manejarlo. Pero no era el frío el que lo hacía sentir extraño, sino que medida que avanzaba comenzaba a sentirse raro, y la extraña sensación de ser vigilado apareció de la mano con la sensación de ser seguido.

"Si hoy ya no me matan es un milagro" pensó.

Una cuadra antes de llegar a su descuidado edificio, giró en un callejón y comenzó a correr unos cuantos minutos para meterse a otra calle y por último, subirse a la copa de un árbol que estaba a un lado de un callejón sin salida. Se aseguró de no moverse tanto para no llamar la atención, a los pocos segundos vió como dos hombres corriendo y auto negro pasaban por el lugar.

Reconocía ese auto, reconocía a uno de los hombres ¿Por qué lo estaban siguiendo ahora? Algo quería, eso era seguro y no era nada bueno.
Bajó rápidamente del árbol y trotó con sigilo tratando de seguirle el paso al auto.

Vio como el vehículo disminuía la velocidad hasta detenerse por completo, se escondió detrás de un contenedor de basura que estaba cerca para poder escuchar. Un hombre alto, que vestía un pantalón d revestir negro junto con una camisa negra, bajó del auto, los dos hombres que anteriormente lo seguían se posicionaron frente a él e hicieron una reverencia.

— ¿Lo encontraron?

— No señor. Comenzó a correr y lo perdimos.

— ¡SON UNOS IDIOTAS! — gritó pateando un bote de basura que había.

— ¡SOLO LES PEDÍ UNA COSA, QUE LO TRAIGAN PORQUE QUERÍA HABLAR CON ÉL, NO PEDÍ QUE LO ACECHARAN!

"¿Quiere hablar conmigo?"

— ¡SON UNOS INÚTILES! — golpeó el auto con su mano.

Dispuesto a saber por qué quería hablar con él, salió de su escondite.

— ¿Por qué quiere hablar conmigo? — preguntó deteniéndose frente a los tres hombres.

El hombre alto y de buena apariencia volteó su rostro y al verlo y sonrió.

— ¡Yibo! ¡Que bueno que estás aquí, es un pla-

— Al grano señor Yu — habló  interrumpiendolo.

El hombre guardó las manos en sus bolsillos y agachó su cabeza suspirando.

— Necesito que trabajes para mí... De nuevo.

Yibo negó sonriendo disimuladamente.

— Gracias, pero voy a rechazar su oferta... Con su permiso, me retiro y espero que no vuelva a mandarme a seguir.

Dio media vuelta para marcharse pero la voz de Tu lo detuvo.

— Sé que estás trabajando como guardaespaldas para Xiao Zhan... — lentamente giró para quedar frente a él.

— Y yo quiero algo de él... Mi hijo —  Yibo apretó sus puños haciendo que sus nudillos se pusieran blancos debido a la fuerza.

Entonces ahí estaba la respuesta que había buscado.

— Vuelve a trabajar para mí, el dinero de la última vez multiplicado al triple, sería tu paga solo por regresarme a mi hijo... Ese Le Gun me falló, y sabes lo que sucede después, tú solo tienes que deshacerte de Xiao y me traes a mi hijo, eso es todo, se que tú no fallarás como el idiota ese — lo miro con una sonrisa ladina.

DÉRIVE  [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora