16 años atrás
— Jie. Enserio lo digo por tu bien. Yu XiaoMing es malo.
— A-Zhan. Es mi esposo y ahora el padre de mi hijo. Hermanito sabes muy bien el deseo de nuestros padres antes de morir. Tú cumples tu parte y yo la mía.
— Pero él no es bueno contigo ¿Crees que no me di cuenta el moretón de tu brazo? — apuntó con el dedo provocando que la mujer se tapara con nerviosismo.
— Jie, quiero lo mejor para ti, quiero lo mejor para mi sobrino. Nuestros padres ya no están, aléjate de él... Mejor ven a vivir conmigo, yo te cuido, le encargo la empresa a YiYuo hasta que mi sobrino nazca para cuidarlos ¿Ah? — estaba preocupado.
La pelinegra sonrió y con su mano acarició la mejilla de Zhan.
— Voy a estar bien, vamos a estar bien, no voy a permitir que dejes la empresa para cuidarnos, te llamaré todos los días si eso te hace sentir más seguro, pero estaremos bien — Zhan tomó la mano de su hermana entre las suyas y la miró a sus ojos negros.
— Cualquier cosa que necesites, la que sea, no importa qué, solo pídemelo a mí, si me pides una estrella no sé como haré pero de que te la consigo, la consigo — la joven rió y le dió un fuerte abrazo a su no tan pequeño hermano menor.
— Te quiero Jie. Eres lo único que me queda y solo quiero lo mejor para ti, te juro que si algo llega a pasarte me muero — dijo aún con rostro en el hombro de la pelinegra.
— También te quiero mi ZhanZhan... Hasta hace unos meses también eras lo único que me quedaba y sé que solo quieres verme feliz, pero si algo llegara a pasarme ¿Puedes hacerte cargo de este pequeño que llevo dentro de mí? — Zhan se separó con el seño fruncido.
— No digas esas cosas, a ti no te va pasar nada — habló con algo de molestia en su tono.
— Solo prométeme que cuidarás a mi niño y lo querrás como a tu hijo — Zhan lo dudó un poco, su hermana nunca decía ese tipo de comentarios, al final asintió.
— Te lo prometo Jie. Pero ya no digas esas cosas, me incomoda pensar en eso.
— Aiyo. Mi ZhanZhan ya es todo un adulto, pero me sorprende verte aquí, deberías estar en la universidad — dijo poniendo una mirada seria pero conservando su característica sonrisa.
— No tuve clases hoy ¿Acaso no puedo visitar a mi hermana mayor? — preguntó indignado pero su voz aún conservaba un toque de diversión.
— Claro que puedes... Entonces ya que tienes libre ¿Me acompañas a comprarle ropa a mi pequeño KunHang? — sonrió tocando su barriga abultada.
— Le pusiste el nombre de papá — sonrió.
— Mhn. Y de cariño, Hendery, como mamá quería que se llamara.
— Hermoso... Entonces te acompaño Jie — Zhan ayudó a su hermana a levantarse ya que su embarazo estaba avanzado.
Y con una sonrisa ambos hermanos salieron de la casa.
Dos meses después, Zhan dormía tranquilamente cuando una llamada en la madrugada lo despertó.
Revisó la hora y eran las tres de la madrugada, contestó con el sueño arrastrándolo nuevamente.
— ¿Bueno? — dijo con su rostro pegado a la almohada.
— ¿Usted es el señor Xiao Zhan?
— See, soy yo.
— Le hablamos del hospital Hang Mirae, su hermana acaba de entrar al quirófano y se requiere de un familiar.
— V-voy en seguida — eso fue suficiente para que Zhan despertara por completo.
Salió de la cama rápidamente y solo se puso sus zapatos para tomar las llaves de su auto y conducir hasta el hospital.
Al llegar, se acercó a la recepción y preguntó desesperado por su hermana.
— Señorita, dígame... Mi hermana... ¿E-ella está en trabajo de parto?
— ¿Usted es el hermano de Xiao JingYi? — preguntó una enfermera.
— Sí, sí, sí. Soy yo.
— Que bueno que ya está aquí señor, su hermana llegó en un estado muy delicado y necesitamos de un familiar, pero el esposo de la señora no contesta y-
— Espere ¿El esposo de mi hermana no está aquí?
— No, señor.
"Es un hijo de puta "
La enfermera lo llevó hasta la sala de espera del quirófano donde justamente un médico salía apurado.
— ¿Llegó el familiar? — preguntó el doctor.
— Él es el hermano doctor —
El hombre se acercó a Zhan quien estaba al borde de la desesperación.
— Señor, su hermana llegó en un estado muy delicado, su cuerpo presentaba traumas en partes blandas, contusiones, y uno de ellos le rompió una costilla, el embarazo se adelantó a la fecha establecida, su estado es demasiado delicado y grave, tenemos complicaciones y nosotros necesitamos saber si ust-
— Salve a los dos. Dos llegaron y dos se van. Solo asegúrese de traer a mi hermana con mi sobrino — el hombre simplemente asintió y volvió a entrar al quirófano.
Zhan comenzó a llamar a su cuñado pero este no contestó ni una sola vez, el enojo se había apoderado de él, ese idiota la había golpeado de nuevo.
Algunas horas después, el doctor volvió a salir junto con otros dos enfermeros. Zhan se levantó rápidamente de la silla y se acercó con la esperanza de poder ver a sus hermana.
— Doctor ¿Cómo está mi hermana?
— Señor Xiao, hicimos todo lo posible pero... Lo sentimos mucho, no pudimos salvarla.
Y su mundo se derrumbó, su hermanita lo había dejado. Quería gritar, quería matar al maldito de Yu XiaoMing, pero a su mente llegó la promesa que su hermana le había hecho hacer.
— Mi sobrino ¿Mi sobrino está bien? — preguntó con lágrimas en sus ojos.
— El pequeño está bien, logramos traerlo al mundo sano y salvo.
Zhan asintió y volvió a sentarse, estaba feliz pero la tristeza lo podía más, iba a hundir al maldito o su nombre no era Xiao Zhan.
Cuatro meses después, Zhan veía como los oficiales de policía se llevaban a Yu XiaoMing de la corte para cumplir su condena de 13 años, aunque la consideraba muy poca, no habían encontrado otros cargos aparte de agresión, y fue lo máximo que pudo obtener.
Pero algo era algo y ahora tenía a un pequeño al cual cuidar y proteger para que no sufra el mismo destino que su madre. Pero desde que se nace uno ya tiene su camino escrito, el punto es encontrar a las personas correctas para que te ayuden a derrumbar las paredes que parezcan en él.
ESTÁS LEYENDO
DÉRIVE [YiZhan]
FanfictionYibo ha sufrido mucho en el pasado y presente, su vida simplemente ya no tenía sentido. Pero un noche en la que cree que ya puede darse por vencido, conoce a un adolescente que le da una esperanza para seguir avanzando y le regala aquello que creía...