DÉRIVE [YiZhan]

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Wang Yibo caminaba de regreso al departamento que se había convertido en su hogar. Era tarde por la noche, no quería volver, no quería ver el rostro de decepción y enojo de Zhan. Su amigo tenía razón, no podía seguir escondiendo una verdad que volvía a perseguirlo después de haberla evitado por tanto tiempo... Y no podía seguir mintiendo.

Tomó una gran bocanada de aire y apresuró un poco más su paso, al llegar a su edificio y con una gran confianza en las palabras que diría, caminó hasta la puerta de su departamento.
Pero cuando estuvo lo suficientemente cerca se percató de algo importante, la puerta estaba abierta, su corazón comenzó a latir desesperado, corrió hasta abrir la puerta. Pedazos de vidrios esparcidos por el piso y manchas de sangre, sacó su teléfono y vió la pantalla, no le habían llegado notificaciones.

La desesperación comenzó a hacer de las suyas y su corazón comenzó a bombear de manera frenética.

— ¡XIAO ZHAN! — comenzó a llamar mientras revisaba las habitaciones.

— ¡HENDERY! — abrió la la puerta del cuarto del menor, no estaba allí.

Sacó su teléfono y marcó al teléfono del menor, se maldijo internamente al escuchar un teléfono sonar cerca de él, bajó su mirada y los teléfonos que estaban en el sofá.

— Las cámara... — susurró en medio de su pequeño trance. — Las cámaras.

Rápidamente tomó el computador y comenzó a revisar las imágenes.

Puso los videos a reproducir en doble velocidad, y suspiró aliviado al ver que la sangre fue producto de un accidente. Xiao Zhan tropezó y chocó contra el espejo cortándose en el proceso, vio a Hendery levantarse del sofá y correr hacia su padre, lo último fue ver como salían de la casa dejando la puerta abierta. Suspiró aliviado obligando a su corazón a calmarse.

Un poco más calmado y con la esperanza de que Hendery le haya hecho caso al no quitarse el collar, comenzó a tratar de encontrar su localización. Pudo haber hecho eso en un principio, pero no podía lanzarse al mar sin tan siquiera saber nadar, por lo que primero fue con las cama.

— Hospital central — dijo en voz baja.

Tomó su teléfono y se levantó de su asiento para caminar hacia la salida, pero cuando estaba a punto de salir, se detuvo. Miró hacia el pasillo y se dirigió a su habitación, una vez allí adentro, abrió uno de los cajones de su mesa de noche para sacar unas llaves. Está vez sí salió de una vez por todas de su departamento y bajó hasta el estacionamiento, allí caminó hasta el final de este, se acercó a uno de los coches tapados con un cobertor gris, al sacarlo, un hermoso BMW i8 negro se dejó ver, se subió rápidamente y condujo hasta el hospital.

Al llegar fue hasta el área de emergencias, allí se acercó a la secretaria con su rostro preocupado y serio.

— Buenas noches, me dijeron que hace un rato trajeron a Xi Yiqin, ¿Puede decirme dónde está él?

— Mmm... ¿Qué es usted para el paciente? — preguntó la mujer tecleando en su computador.

— Soy su esposo.

— Está en la camilla 67 pasillo 2.

— Disculpe ¿Sabe cuándo puedo llevarlo a casa?

— Hoy mismo, en cuanto terminen de atenderlo puede llevarlo con usted.

— Muchas Gracias — se alejó de la pequeña recepción.

Donde se encontraba era el pasillo uno por lo que al girar ya estaba en el pasillo dos, buscó con la mirada el número de las camillas y allí estaban ellos, Zhan acariciaba el cabello del menor mientras este lo abrazaba sentado en una silla frente a la camilla.