DÉRIVE [YiZhan]

31

Al día siguiente Hendery seguía como siempre a Lucas, agradecía llevar cubrebocas, ya que este tapaba su notorio sonrojo gracias a la vergüenza. Al llegar a la entrada de la institución Lucas se detuvo para poder dirigirse al menor.

— Oye, quie-

— Nos vemos a la salida Ge — sin darle oportunidad a que responda algo salió corriendo en dirección a su salón.

— Hola hermano.

— Wei... ¿Si te digo algo no gritas?

— ¡¿Besaste a SiZhui?! — gritó en un susurro haciendo que el más alta le tapara la boca.

— ¿Acaso quieres un megáfono? — preguntó soltando a su amigo luego de recibir miradas extrañada por parte de los demás alumnos.

— Sí, lo besé, no pude resistirme, pero ¿Tú cómo sabes?

— Lo supuse, hay un rumor por las pasillos diciendo que tú y el chico son novios porque según los vieron comprando cosas en una farmacia, sabes a lo que me refiero así que para que explicarte, en fin. Dicen que tú le de volviste la jugada a Lauren acostándote con el nuevo.

— ¡¿Qué?!

— Yier, yo solo te cuento lo que me dijeron, aun no sé cómo Lauren no te ha dicho nada.

— Dios mío, las cosas no pasaron así, Luyan quería propasarse con él, mi ge me ordenó cuidarlo y eso hice.

El timbre sonó indicando el inicio de clases, Lucas suspiró y recibió una palmada en la espalda de parte de su mejor amigo.

Hendery no sabía por qué todos lo miraban para luego ponerse a su susurrar, sabía que algo pasaba, no por nada lo miraban con desagrado y le sonreían hipocresía.

Las horas de clases pasaron hasta que tocó la hora del almuerzo, le debía una explicación a su Ge, pero vaya fue su sorpresa al entrar a la cafetería y esa se sumiera en un silencio asfixiante. Caminó con todas las miradas puestas en él, su manos temblaban y sentían su boca seca, compró su almuerzo que consistía en un simple sándwich y una gaseosa, pero incluso el hambre se le había quitado de los nervios, aunque debía comer, porque se lo había prometido a sus Ges.

Llegó a una mesa alejada de todos, empezó a comer sintiendo aún las miradas sobre él, estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando alguien se sentó frente a él.

— Eres SiZhui ¿verdad? — preguntó un chico que en su vida había visto.

— ¿A-ah?

— Vamos, no te hagas, sabemos lo que hiciste con Lu, ¿También lo harías por mí? — no pudo contestar debido a que alguien había tomado al chico del cuello lanzando al piso. Era Gao Han.

— ¡Que sea la última vez que te veo cerca de él, pedazo de imbécil! —  podía notar el enojo en la voz de su mayor.

Han se dio la vuelta para tomar la mano del menor y sacarlo de allí. Lo llevó hasta el salón de baile y cerró la puerta para por fin hablar.

— ¿Estás bien? — se notaba preocupado.

— Mhn... Estoy algo confundido, desde que llegué no para de mirarme, y cuando me doy cuenta se dan la vuelta y empieza a susurrar, y lo que dijo ese chico, ¿Por qué hiciste eso Ge? — alzó una ceja confundido.

— ¿No te has enterado?

— ¿Debía saber algo?

— No nada, olvídalo, pequeño ya no vuelva a ir a la cafetería.

— ¿Por qué?

— Solo no vay- — fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.

— Gao, no sabía que a ti también te gustaba el nuevo ¿También quieres intentar lo de Lu?

— ¡Callate Feng, y lárgate de aquí, tu y bola de idiotas LARGO! —  gritó enojado.

— Calma tigre, solo digo lo que veo — rió.

— Han-ge ¿Qué sucede?

— Nad-

— ¿Qué acaso no sabes?. Waaao, pero si eres el protagonista de la historia... Pero como soy solidario te voy a decir, todos pensábamos que ibas a ser el tipo chico nuevo que no se juntaba con nadie y era una rata de biblioteca y que gran sorpresa nos llevamos cuando-

— Feng — llamó Han en tono de advertencia y este lo miró con burla.

— Cuando nos enteramos que eras toda una perra y te acostaste con Lucas — sonrió.

— ¿Q-qué?

— No te voy a mentir todos querías una oportunidad contigo pero, Lucas, Lucas fue el ganador aparte de que le pagó a Lauren con la misma moneda — rió y sus amigos le siguieron.

— SiZhui-

— Yo-yo, debo ir a estudiar Ge, nos vemos — dijo el menor saliendo de la sala dejando a los mayores solos.

— Eres maldito, ojalá te pudras — reclamó entre dientes.

— Vete al infierno Gao.

— De allá vengo mísero imbécil, y desde ya te digo... — se acercó hasta quedar cerca de su oído. — Cuídate de mí y cuídate de que Lucas no se entere de esto — susurró para luego alejarse y correr tras su amigo.

Hendery caminaba con dirección al baño, sabía que no era verdad lo que decían, pero volver a pensar que Lucas fue el que le robó su primer beso lo hacía sentir raro y nervioso.

Abrió la puerta y su corazón se detuvo al ver al susodicho lavándose las manos.

Nervioso trató de salir pero el más alto agarró su mano impidiendo que lo haga.

— Hendery, hablemos.

— A-am, te-tengo que ir a clases ahora.

— Aun faltan 10 minutos.

— Yo-

— Por favor — pidió y el menor con duda asintió.

— No sé si ya sepas lo que está pasando, déjame decirte que nada de eso es cierto, yo-yo no me acerqué a ti por eso, solo no creas en todo lo que dicen ¿Sí?

— Yo sé que no es verdad, pero aún así se siente feo oír todo eso.

— Lo sé, prometo que voy a arreglar todo esto, no te preocupes — dijo mirando los ojos menor.

Y allí estaba de nuevo, ese hermoso brillo que lo hipnotizaba y que no lo permitía dejar de apreciarlos, nuevamente se fue acercando de a poco dejando su rostro muy cerca del menor hasta el punto de poder sentir su respiración sobre su boca.

— Me gustas KunHang.

— Ti-tienes novia — susurró sin poder alejarse.

— Ella no significa nada para mí, desde que te vi sin el tapabocas en la cafetería, supe que eras lo que mi alma había estado buscando toda mi vida.

— Que lugar tan romántico para una declaración — ambos rieron al recordar que aún seguían en el baño.

— Voy a arreglar todo esto, te lo prometo — subió su mano dejándola sobre la mejilla del menor y la acarició con su pulgar.

Hendery asintió, Lucas se separó y dejó un suave y cálido beso en la frente del más bajo, este solo cerró sus ojos dejando que las cosas solo sucedieran.

Se alejó del menor y le regaló una dulce sonrisa la cual fue correspondida, Lucas salió primero dejando a Hendery solo en el baño con su corazón latiendo a mil por hora, lo es que acaba de pasar no era un sueño ¿verdad?.

Se sentía tan bien cuando estaba con él, sentía que lo conocía de toda la vida, y cómo no, si al parecer el chico es quien aparece en sus sueños, ambos ya habían tenido una historia en el pasado y ahora podían volver a reencontrarse una vez más.