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Zhan despertó más tarde lo normal, era sábado por lo que podía darse ese hermoso lujo, abrió sus ojos despacio y trató de comprender lo que estaba pasando.

Hendery abrazaba a Yibo como si de un koala se tratase y este simplemente se dejaba, sonrió ante la bella escena y no dudó en tomar su teléfono y capturar el momento en una foto, "Para el recuerdo", pensó. Observó como es castaño abría los ojos y volvió a sonreír cuando este lo miró, Yibo extendió su brazo y palmeó a su costado.

La cama era lo suficientemente grande por lo que con cuidado de no despertar a su hijo se pasó al lado del castaño, Zhan se acostó recostando su cabeza en el pecho del menor.

— Buenos días — dijo con su voz ronca dejando un beso en la cabeza del pelinegro.

— Buenos días ¿Quieres desayunar? — preguntó y Yibo negó.

— Durmamos un poco más — habló para acercar el cuerpo ajenos más a él.

Horas más tarde la pequeña familia de tres se encontraba sentados frente al televisor mientras veían películas con comida y bebidas sobre la mesa de centro. Risas era todo lo que se podía oír en el departamento, bromas y gritos de desesperación porque el protagonista del película no hacía lo más inteligente.

Zhan tomó su teléfono y comenzó a sacar fotos, grabó vídeos y sonrió ante el resultado.

— ¿Quieren salir mañana para distraernos un poco? — preguntó el castaño y Zhan y Hendery asintieron emocionados.

— Entonces mañana a la nueve de la mañana estamos saliendo — dijo sonriendo.

La tarde pasó en risas y series, todos cenaron juntos y cuando Zhan fue a bañarse Yibo y Hendery pusieron sus manos a trabajar. Cuando Zhan terminó su ducha se le hizo raro no escuchar las voces de su hijo y novio. Salió de la habitación que había empezado a compartir con el castaño mientras se secaba el cabello.

— Yibo... Hendery... ¿Por qué están callados? — su pregunta se quedó en el aire al ver el hermoso arreglo que había hecho en la sala.

Habían apagado las luces y encendido velas en su lugar, habían pequeñas luces tenues colgando de la pared junto con algunos adornos, pétalos de rosas regados en el suelo y un hermoso ramo de rosas rojas que sostenía Yibo en sus manos mientras Hendery grababa.

Una suave melodía se hizo presente en el ambiente.

Fue de casualidad que sin buscar
Llego el amor a mi corazón

Yibo dejó el ramo en el sofá y extendió su mano para que Zhan la tomara, este así lo hizo y comenzaron a balancearse lentamente al ritmo de la canción.

Y el amor tenía tu rostro
Fue un momento hermoso y romántico
Fue algo mágico.

Ambos sonrieron juntando sus frentes.


Me enamore fue sin querer no lo logro comprender
Como fue que te metiste aquí
En mi mente y mi corazón
Que afortunado soy

Mientras tanto Hendery quien estaba detrás de la cámara trataba de contener sus lágrimas por el tan bello momento que sus padres le estaban regalando. La canción terminó y ambos mayores se miraron fijamente.

Bésalo, Bésalo, ¡Bésalo! ¡AAH¡ — gritó el menor emocionado al ver a sus padres desbordando amor.

— Puedo morir feliz — dijo enfocándose así mismo sonriente.

Dejó la cámara aún grabando sobre una pequeña repisa y se acercó a sus padres para abrazarlos, estos respondieron y uniendo a su pequeño mundo.






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