DÉRIVE [YiZhan]

33

La noche la luna los acompañaba, como si fuera obra del cielo, la luz de la blanca luna brillaba sobre el perfecto rostro del pelinegro habiéndolo lucir aún más perfecto.

— Me gustas Xiao Zhan — dijo mientras aún sostenía la cara del mayor entre sus manos. — Estoy enamorado de ti y no tienes idea de cuánto.

Zhan parpadeó tratando de despertar de lo que creía era un sueño, pero al sentir el calor de las manos ajenas comprobó que no era así.

En un impulso de su corazón acortó la distancia que había entre ellos y por parte del pelinegro, se unieron en otro beso, esta vez ya no eran sus labios tocándose, Zhan movía sus labios al igual que Yibo quien tomó la cintura de Zhan y lo apegó ma a su cuerpo, para sentir el calor que emanaba.

Luego de unos minutos y por la falta de aire, se separaron. Yibo sonrió y Zhan le contestó igual, juntaron sus frentes y con el tambaleó de sus cuerpos se quedaron así por un par de minutos más hasta que el castaño habló.

— Xiao Zhan... ¿Quieres ser mi novio? — preguntó y Zhan asintió sonriendo.

— Claro que sí — un pequeño beso fue depositado en los labio del pelinegro para posteriormente abrazarse.

Para Zhan y Yibo todo estaba yendo bien, se estaban arreglando las cosas.

A la mañana siguiente Yibo salió de la habitación ya cambiado, caminó hasta la cocina donde se encontró con Zhan preparándose una taza de café y Hendery desayunando, sin pensarlo dos veces se acercó al pelinegro y dejó un beso en la mejilla de este.

Hendery quien comía una tostada se quedó con la boca abierta y el alimento cayó nuevamente al plato.

— ¡A ver, a ver, a ver! ¿Y esto cuándo pasó? — los señaló a ambos.

— Mmmm... Anoche — respondió Yibo y el menor alzó una ceja de manera pervertida.

Zhan tomó una rodaja de pan sin tostar y la lanzó contra la cara del menor.

— ¡PAPÁ!

— ¡¿Qué?! — imitó el tono con el su hijo había gritado.

— Ya es hora de ir a la escuela, vete antes de que tu padre te tire toda la funda del pan — Yibo trató de calmar la situación cuando el timbre sonó.

— Uuh, debe de ser Yier, su pareja de la vida pasada vino por él — habló Zhan con un tono dramático.

— Papá Yibo... Controla a tu macho —  señaló a su padre y al ver que este se le quiso acercar tomó rápidamente su mochila y salió corriendo.

— ¡YA ME VOY! — gritó desde la puerta haciendo reír a los dos mayores.

— ¿Por qué saliste corriendo? — preguntó Lucas tomando la mano de su ahora novio.

— Papá quería matarme por insinuar cosas que probablemente si pasaron — sonrió.

— Creo que sé a lo que te refieres por lo que no voy a preguntar — ambos rieron y  continuaron con su recorrido habitual hasta el colegio.

Al llegar las miradas se posaron sobre ellos, el menor se sentía nervioso pero sintió como su mayor agarraba su mano con más confianza transmitiendole un poco de paz.

— No les prestes atención, sé que puedes defenderte pero si algo pasa no dudes en llamarse ¿sí? — susurró el mayor.

— Gracias Ge.

— Nos vemos en el almuerzo, cuídate — dijo dejando un beso en la frente del menor.

— Tú también — ambos sonrieron y se despidieron.