DÉRIVE [YiZhan]

16

— No soy la persona que creen que soy.

— Explícate Wang... ¿Cómo sabes de XiaoMing? — el nombrado miró al menor de la sala y este suspiró.

— Yo lo sé todo Ge, pero puedes explicar que no estoy entendiendo nada.

— Primero quiero decirles que yo no trabajo con él, y tampoco estoy con ustedes con malas intenciones ni nada por el estilo-

— Habla ya — el castaño suspiró y tomó una bocanada de aire.

No sabía lo que iba a pasar si decía la verdad, tal vez le crean, tal vez no, no pensaba decir nada hasta el día de su muerte pero ahora la situación ha cambiado.

— Yo tenía dieciocho años cuando unos de los hombres de Yu me llevó ante él, necesitaba dinero, estaba desesperado y era un chico inmaduro, me ofreció trabajo como y acepté, con los meses me volví uno de sus hombres de confianza-

— Espera, espera... Bájale dos rayas y regresa tres calles... ¿Cómo que te llevaron ante XiaoMing? Él estaba en la cárcel — Yibo negó ante lo dicho por Zhan.

— Sí estuvo en la cárcel, por un año, luego salió sin que nadie se enterara... Es por eso que me contrató a mí, para deshacerse de todos los implicados en el caso, pero-pero yo nunca... Participé, lo juro — se apresuró a decir.

— Continúa.

— Luego de un tiempo y muchos problemas yo, me salí, renuncié... Me ofreció dinero por mi trabajo pero lo rechacé, me sentía tan culpable que no pude tomar ese dinero, y con lo poco que tenía ahorrado sobreviví... Hasta ahora... Le Gun, era uno de sus cómplices, el internado en Canadá... Solo era una excusa para que Yu tuviera el paso libre, como falló, creo que ustedes saben qué le pasó. Hace unas horas me encontré con él, me estaba siguiendo, me ofreció nuevamente un trabajo con el con buena paga si hacía lo que me pedía — agachó su cabeza y la curiosidad mató a Zhan.

— ¿Qué te pidió que hicieras? — Zhan y Hendery miraban fijamente al castaño esperando una respuesta.

Yibo levantó su cabeza de a poco y fijo su mirada en el pelinegro.

— Que te mate y lleve a Hendery con él — por instinto Zhan colocó al menor de tras de él.

El castaño al ver la inseguridad que había provocado en ambos se apresuró a hablar.

— Tranquilos, no lo voy a hacer. Por eso debo sacarlos de aquí, de la ciudad, del país si es posible... Pero hasta que piense en algo, no pueden seguir en esta casa... Confíen en mí — se levantó del sofá y miró a Zhan quien se notaba más desconfiado que su hijo.

— Yo creo en tí Ge — dijo el menor acercándose al castaño.

— Hendery.

— Papá, piénsalo un poco, si Ge estuviera trabajando con ese hombre, me hubiera llevado con él en el momento en el que lo conocí, pero no fue así, me protegió y me ha estado cuidando, se preocupa por mí y se ha comportado como un padre, tú no confiarás en él, pero yo sí — dijo tomando la mano del mayor.

Zhan miraba con desconfianza al hombre parado frente a él, ni siquiera sabía si Yibo era su verdadero nombre.

— ¿Quién eres en verdad? — Yibo entendió a que se refería.

— Wang Yibo, Veintinueve años, no tengo padres, mi madre murió cuando era pequeño, escapé de mi padre a los trece y desde entonces estuve de orfanato en orfanato, Yu me encontró y trabajé con él por cuatro años, luego me salí y volví a mi vida anterior, tuve pareja pero me abandonó por no darle la vida que merecía. Eso es todo Zhan, todo lo que he dicho es verdad — miró con ojos suplicantes, en serio quería protegerlos.

— ¿Cómo se que puedo confiar en tí?

— Si no quisiera protegerlos me hubiera ido, pero aquí estoy tratando de convencerte a que escapen conmigo. El tiempo se agota y debemos irnos.

Zhan suspiró.

— ¿A dónde nos llevarás? — Yibo suspiró aliviado.

— A Shanghái — dijo tomando su mochila y la laptop que había usado.

— Traigan sus cosas. Nos vamos —  ambos obedecieron y agarraron sus cosas para seguir a Yibo hasta el auto del pelinegro.

— No sabes manejar — dijo Zhan al ver cómo el castaño se abría la puerta del conductor de su auto.

— De hecho, creo que manejó mejor que tú, cinturones — Yibo encendió el auto y comenzó a manejar.

Al cabo de una hora ya se encontraban en el estacionamiento sacando sus cosas, Yibo abrió su mochila y sacó los documentos que había guardado.

— Le envié un mensaje al señor He para que venga a recoger el auto — dijo mientras salía del vehículo.

Tomó un pedazo de contó que había traído y pegó las llaves bajo la puerta del conductor.

— Vamos — ordenó y todos entraron al aeropuerto.

Mientras Yibo iba por los boletos, pudo reconocer a uno de los secuaces de XiaoMing, se maldijo internamente, ahora debía ser más precavido.

Entró a una de las tiendas y compró algunas prendas, incluidas gorras y cubre bocas. Se colocó el nuevo abrigo, una gorra y un cubre bocas, caminó rápidamente hasta el lugar donde había dejado a Zhan y Hendery.
Cuando llegó no se encontró con nadie.

"¡MIERDA! ¿A dónde fueron?"

Pudo ver a lo lejos como ambos venían riendo con comida en sus manos. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca habló.

— Les dije que no se movieran ¿Por qué desobedecieron? — preguntó en voz baja.

— Lo siento, Hendery tiene que comer.

— A partir de ahora hagan lo que les digo por favor, los hombres de Yu están aquí. Póngase esto — les entregó la bolsa con ropa.

Ambos comenzaron a cambiarse el abrigo y a colocarse los accesorios. Y en un momento repentino, Yibo agarró de la cintura a Zhan acercando sus frentes mientras que con su otra mano acercó a Hendery a su cuerpo haciendo que su rostro se pegara a su pecho.

— No sé muevan — susurró y los dos asintieron.

— Tengo miedo — habló Hendery.

Zhan acarició la cabeza de su pequeño mientras le decía que todo estaba bien y Yibo acariciaba su espalda.

El castaño vió como uno de los hombres de hace rato se los quedaba mirando fijamente, apretó sus labios rogando a quien lo estuviera escuchando que no se acercara, hasta que llegó otro y se lo llevó.
Cuando desaparecieron de rango de visión, respiró profundo cerrando sus ojos y agradeciendo, se separó tomando su mochila y habló.

— Debemos irnos ya — dijo la mano de del menor con su mano libre.

Después de hacer la revisión, los tres fueron a sentarse hasta que anunciaran su vuelo. Hendery moría de sueño, por lo que dejó que se recostara en su pecho, y al poco tiempo la cabeza de Zhan tocó su hombro, miró de reojo y vio que también se había quedado dormido, también se sentía cansado pero no podía dormir, a pesar de todo el cansancio no dejó de estar alerta en ningún momento.