Me hubiera gustado no tener que meterme en la cama del emperador noche tras noche, pero tampoco estaba en posición de negarme. Lo había pensado mucho, hasta que mi cabeza explotó. Esta era la única forma de ganarme su confianza y persuadirlo de que me entregue más magia. Cada noche antes de acostarme con él tengo recordármelo, no debo olvidar la razón por la que me rebajo a ese nivel.
Acepto que me toque, me bese y posea mi cuerpo porque mi objetivo es superior al placer carnal que pueda obtener cualquiera de los dos, aunque principalmente él. Daemon es el único que sale favorecido con esta relación, consigue su recompensa al instante, mientras yo debo torturarme un día tras otro sin ganar nada a cambio.
Me digo a mí misma que una vez que todo esto acabe, habrá valido la pena los sacrificios que hice, las lágrimas que derramé y el odio que guardé contra mí. Sin embargo, por mucho que trato de visualizar mi futuro, no logro imaginármelo. Con suerte sé lo que sucederá mañana o dentro de un par de horas, pero ni hablar de lo que estaré haciendo dentro de cinco años. Espero estar viva para entonces, no quiero morir aún.
Es ahí cuando recuerdo que en algún punto Daemon tendrá que devorarme. Y mis dolores de cabeza vuelven a comenzar, no duermo planeando estrategias y me quemo los ojos durante el día estudiando magia con Sigma. Quiero parar para descansar y recuperar el aliento. Pero no me lo permito, porque temo que si pierdo el ritmo, jamás volveré a levantarme para continuar. Descansaré cuando logre mi misión, no antes.
Después de todo, solo puedo vivir en el presente.
Gracias a Aren, mi comunicación con Cordelia es bastante regular y eso me entrega cierto consuelo en mi rutina diaria. Me ayuda a mantenerme a flote. Por obvias razones, no le cuento a mi amiga que me acuesto con el emperador. Aquel es un secreto que solo sabemos él y yo. Es mejor así, porque sé que ella sería capaz de irrumpir en la fortaleza para amenazar de muerte a Daemon. Estando embarazada y todo, nadie puede parar a esa mujer.
Carvis me visita cuando quiere, aparece de pronto, conversamos un rato y luego se va. Siempre me repite que estará a mi lado al instante si se lo pido y aunque por ahora no he tenido la necesidad, es evidente que en el futuro tendré que convocarlo. Por el momento, soy feliz de que mi amigo esté aprovechando su libertad para recorrer el mundo. Ignoro por completo lo que hace en sus viajes, pero supongo que se divierte.
Decreté que mi próximo paso será ayudar a Lilith y Electra.
He estado practicando pociones con Sigma, aunque no me sale tan bien como a ella. Mi fuerte no es seguir una receta al pie de la letra, me resulta mejor lanzar hechizos que revolver el caldero y mezclar los ingredientes. Pero me muerdo la lengua y escucho sus aburridas lecciones porque se me ocurrió una idea interesante.
El único modo de que un luchador salga del coliseo es estando muerto, por eso crearé una poción que suspenda todas las funciones corporales, excepto el corazón. Por los infinitos libros que he consultado en la biblioteca, entendí que es posible y no es una poción tan difícil de fabricar si cuentas con los conocimientos básicos y magia.
Los trabajadores del coliseo simplemente creerán que están muertas y las arrojarán a la fosa común, cavada a las afueras de la ciudad. El volumen de luchadores asesinados todas las noches en los combates es tan alto que nadie revisa los cadáveres buscando el pulso en una arteria.
Están demasiado ocupados deshaciéndose de ellos como para examinar cada cuerpo con atención. Es la oportunidad perfecta para que mis amigas escapen. Solo tengo que encontrar el modo de hacerles llegar la poción sin levantar sospechas.
Estaba en la Torre de los Alquimistas como cada día, observando a Sigma trabajar con la misma naturalidad como si estuviera preparando la cena. Frente a mí tengo un libro abierto que se supone debería estar estudiando, pero no soy capaz de concentrarme.
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Corazón Etéreo
Fantasía¿Los monstruos nacen o son creados? A todos los niños les han leído el mismo cuento antes de ir a dormir. En tierras lejanas, caballeros de brillante armadura y princesas de corazones nobles se enfrentan al villano, derrotan el mal y viven felices p...