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Agosto 4 semana – Martes

Reaper otra vez llegaba tarde, no podía creerse que por llegar diez minutos tarde provocaría que no le dejasen entrar para la prueba. Dejó caer su mochila a medio abrir al suelo, pasando sus dedos por su alborotado cabello gris oscuro, necesitaba despejarse y hablar con algún superior, solo eran diez minutos de tardanza, no podían ser tan estrictos.

Tras un breve berrinche frente a la puerta, volvió a tomar sus pertenencias dispuesto a ir al baño, no era primera vez que le pasaba, ya sabía que le negarían realizar la prueba aunque suplicara de rodillas. En el lavado se mojó el rostro, tratando de despertar, estaba demasiado agotado y sentía que se desmayaba.

Siempre era así, sus calificaciones no eran las mejores debido a sus atrasos, los profesores no tenían piedad con él, siempre era descrito como un joven pronto a vivir a través de la delincuencia. ¿Era por su rostro demacrado? Sus ojeras moradas y profundas, su piel sin brillo y su cabello sin peinar, largo hasta más allá de los hombros.

Sí, no tenía buena apariencia, menos con las escleróticas rojas por forzar su vista, parecía que estaba drogado. Bostezó, podía buscar algún lugar para tomar una siesta, eso sí, descartando el baño, no era nada cómodo.

Al salir del lavado, se encontró no muy lejos un joven de ropas blancas, su piel también lo era y para colmo, su cabello también. Casi suelta un ruido asustado por lo inesperado, parecía que era un fantasma por lo albino que era, solo porque tenía sombra se tranquilizó.

Aquel joven le estaba dando la espalda, por lo que aprovechó de irse por el otro lado, no tenía ánimos de encontrarse con gente más extraña que él mismo.    

¦¦ Último libro de la trilogía. Disfruten ~

INCLEMENCIA | BLANCO Y NEGRO #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora