INCLEMENCIA | BLANCO Y NEGRO #3

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Diciembre 3 semana - Lunes

En el momento que fue a la escuela no pensó que la gente iba a reaccionar a su apariencia, por lo que estuvo bastante avergonzado cuando las miradas por primera vez se dirigían efusivamente hasta él. Aprovechando que por fin llegaba temprano, se sentó en su puesto abrazando su mochila mirando hasta el techo, cerrando los ojos cuando escuchaba su nombre por lo bajo entre los susurros de sus compañeros; por un momento pensaba que tanta atención lo iba a superar, pero pudo tomárselo con gracia cuando el primero en hablarle directamente casi se ahoga.

— ¿...Reaper?

— Presente.

Levantó la cabeza viendo a su compañero Sans mirándole anonadado, le recordó cuando él mismo vio su reflejo al no creerse el cambio. El albino arrugó el rostro hasta llevarse la mano al pecho suspirando.

— Increíble, si hiperventilaba me moría aquí mismo, ¿lo sabes?

— Pfft, ¿tanto impacto te causé?

— Colega, llevas tres años luciendo como un zombie y más de toda tu vida luciendo como un niño pobre. Nadie te reconocería así.

— Lo entiendo, ni yo me reconozco aún. Además, todos me están mirando, es inquietante.

— welp... yo creo que te tendrás que acostumbrar, recuerda que existen grupos bastante raros por este edificio.

— Oh... las chicas de segundo.

El timbre sonó, por lo que no pudieron continuar con la charla, mas a Reaper le costó concentrarse cuando hasta el profesor se le quedó mirando extrañado cuando tomaron la lista. Tenía que acostumbrarse, decía Sans, pero la sensación era difícil de explicar, estaba recibiendo atención solo por su apariencia, podía ser algo vergonzoso pero a la vez le llenaba de gracia, en su interior sentía júbilo y emoción al pensar qué pensaría su amigo de bufanda roja sobre su aspecto.

Por tristeza, en el primer receso recibió un mensaje de Geno de que no podría estar con él ese día porque se iba a retirar temprano, no pudo preguntar por qué no estaría pero parecía que no era nada grave y solo un examen rutinario.

Teniendo que postergar su encuentro con su amigo, tuvo que enfrentarse al comedor, un lugar donde todos los jóvenes de secundaria se juntaban para comer. Tal cual había dicho Sans, las miradas llovieron con más intensidad que antes, siendo literalmente devorado con la mirada. Sonrió algo avergonzado, sentándose en su puesto junto a Sans, quien parecía divertirse por las caras que estaba haciendo por recibir tanta atención.

— ¿Y qué tal?

— Me siento guapísimo. —Respondió con una sonrisa galán, mas se ruborizó al escuchar unos chillidos, tuvo que subirse la capucha— Pero creo que me costará acostumbrarme.

— Heh, suerte con ello, dudo que te dejen en paz por un rato.

— A veces creo que era mejor quedarme como un vagabundo. —Dramatizó.

— Nah, así estás bien. Ahora come, ese rostro debe rellenarse un poco más.

— ¿Quieres ser mi padre o algo? Te aviso que ya alguien cubre ese puesto.

— ...Tienes un ¿daddy?, eso explica muchas cosas.

— ¿¡E-Eh!? ¡N-No no! ¡No tengo eso!

— Heh, tu cara me dice lo contrario.

— ¡No es un daddy, lo juro!

— Es algo similar.

— S-S- ¡No!

Sans se rió más, haciendo que Reaper riera todavía azorado. Solo pudo calmarse después de comer un rato, volviendo a pensar en Geno y en la situación. Sabía que como su "versión vagabunda" llamaba un poco la atención pero era más fácil ser olvidado, ahora que más gente se grabaría su rostro sería algo peligroso para él tener que juntarse con Geno, pues los rumores crecerían cual espuma que era una víctima más del fantasma de la escuela.

Pero... su imagen no le importaba tanto, su intención con cortarse el pelo no era destacar en medio de la sociedad, era algo para sí mismo y nadie más. Si la gente pensara que estaba siendo victima de Geno, lo ignoraría, era lo de menos si lo único que le interesaba era el bienestar de su amigo.

Iba a acabar con esos rumores, lograria mejorar la reputación de su amigo.