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Septiembre semana 2 - Lunes

Raro era poco, lo que había sucedido la semana anterior lo había sacado de sus casillas y no paraba de buscarle sentido. Un chico con características únicas lo había llevado a la enfermería tras desmayarse y de un momento a otro se le subió encima para besarle; no obstante nunca percibió tonos coquetos o subidos de tono.

Era como... en realidad no sabía cómo.

De verdad quería dejar de pensar en lo ocurrido y solo nunca más toparse con el posible salvador-acosador, pero era demasiado difícil. No pudo prestar atención a la clase por solo la existencia de ese chico revoloteando por su cabeza.

— Heya.

Y por supuesto, aquel estado mental podría ser fácilmente distinguible para cualquiera, pero solo alguien más cercano sabría que no era por su cansancio diario. Es decir, su compañero Sans.

— Hey.

— ¿Te asaltaron anoche o qué, eh? —Sans deslizó una taza desechable de café frente al pelinegro, algo que apreció mucho Reaper, casi quemándose la lengua por el desespero de ingerir cafeína.

— Nnh... No.

— Pero sí que algo te tiene ido.

— Muy ido, la verdad.

— Heh, cuenta más. Siempre es bueno oír chismes.

— No es nada del otro mundo. —Contestó, en realidad no estaba seguro si contarle haber sido víctima de un ataque sexual, ni sabía si debía categorizarlo de ese modo pues no tuvo que forcejear para que lo dejaran en paz. Solo sopló la taza para tomar un pequeño sorbo y proseguir— El viernes me encontré con alguien a lo lejos, pero me perturbó, ¿conoces a alguien que es demasiado blanco para que siquiera exista?

Los parpados caídos de Sans se alzaron ligeramente, tomando de su propio café para sonreír flojo y soltando un suspiro.

— Yo sé que habrás escuchado su historia.

— No sé, estoy tan ido con mis cosas como para prestar atención a los chismes.

— Heh, sí. Entonces te lo cuento. Hay un chico de segundo o tercer año, no lo sé, que no se relaciona con nadie, es alguien aislado y siempre usa ropa blanca acompañado del cabello.

— Como tu cabello.

— Welp, los albinos somos comunes por aquí.

— Se'.

— De todos modos ese tipo es mucho más extraño, y por su aspecto lo hacen llamar el fantasma de la escuela, si lo encuentras por los pasillos cuando estás solo significa que tendrás una mala nota para la próxima prueba, o eso es el rumor que cuentan.

— Bien, justo cuando lo vi fue cuando no me dejaron entrar a la prueba, allá va mi cero.

Sans se le quedó mirando por un momento antes de asentir y apartar su vista.

— Seh. Ya no tendrás la maldición.

Reaper se acurrucó en su asiento, siendo opacado por el vapor del café cubriendo su rostro. Debía dejar estar el tema, era lo mejor puesto que no sacaría nada con darle más vueltas.

INCLEMENCIA | BLANCO Y NEGRO #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora