El cumpleaños de ------

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31 de diciembre.

Sebastián: (susurrando) bocchan.

Ciel: (susurrando) sshh entra y no hagas mucho ruido no quiero que ------ se despierte.

El mayordomo entró, cerró la puerta detrás de él con cuidado y fue con su amo para arroparlo.

Ciel: (susurrando) hoy es un día muy especial.

Sebastián: (susurrando) si, por la fecha es precisamente hoy el cumpleaños de lady Phantomhive.. ¿quiere que inicie los preparativos para una fiesta?

Ciel: (susurrando) no.. esta vez quiero que sea algo diferente, para empezar ahora mismo vamos a la cocina.

Sebastián: (susurrando) ¿para que bocchan?

Ciel: (susurrando) quiero hacerle su desayuno y traerselo aquí.

El pelinegro miró a su amo fijamente y en su rostro se amplió una enorme sonrisa.

Sebastián: (susurrando) pero usted no sabe cocinar bocchan.

Ciel: (susurrando) por eso es que vas a estar tú cerca de mi y diciéndome lo que tengo que hacer, yo solo nunca podría.

Sebastián: (susurrando) muy bien si así lo desea.

Al terminar de arropar al peliazul ambos salieron con precaución de la habitación y al llegar a la planta baja se fueron directo a la cocina.

Sebastián: (sonriendo) bien bocchan ¿que le va a hacer a lady Phantomhive para desayunar hoy?

Ciel: sus favoritos son los waffles con miel y mermelada de fresa, y de beber algo ligero, es muy temprano para tomar vino.

Sebastián: (sonriendo) ¿que le parece un vaso de leche? o puede ser agua.

Ciel: la segunda opción está bien.

Sebastián: (sonriendo) perfecto, entonces comience bocchan le diré paso por paso lo que tiene que hacer y.. cuidado de no quemarse.

Hicieron su labor, aunque el peliazul tuvo algunas complicaciones su mayordomo lo ayudó hasta que terminaron, pusieron el platillo sobre una bandeja de plata con dos rosas rojas a un lado y un vaso de agua al que le añadieron un poco de toque para que tuviera un sabor a uvas.

Sebastián: (sonriendo) para ser su primera vez cocinando no le quedo mal bocchan ¿podrá usted solo llevar la bandeja?

Ciel: sí, además dejamos la puerta de la habitación un poco abierta no creo que vaya a tener después problemas para entrar a la habitación.

Sebastián: (sonriendo) esta bien, adelante bocchan.

El conde tomó la bandeja en sus manos y caminó con cuidado hasta llegar a la habitación, que suerte su esposa aún estaba dormida.

Puso la bandeja sobre la cama en un espacio libre y se acercó al rostro de ------, le dio un beso en la mejilla lo que la despertó y al ver a su esposo le sonrió.

------: (sonriendo) oh, buenos días Ciel ¿como dormiste?

Ciel: (sonriendo) bien, pero no vamos a hablar de mi ahora.. hoy tú eres la más importante.

Se sentó y vio como su esposo le había traído el desayuno a la cama.

------: (sonriendo) Ciel.. ¿tú lo hiciste por mí?

Ciel: (sonriendo) sí, pensarás que yo solo lo traje y Sebastián hizo el desayuno pero no, esta vez fui yo quien lo hizo.. para ti.. ¡feliz cumpleaños!

El peliazul ya no pudo resistir más y abrazó a su esposa quien felíz correspondió.

------: (sonriendo) oh gracias, Ciel, pero debió costarte.

La esposa de un demonio | Ciel Phantomhive y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora