¿Un lado diferente?

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------: oh.. parece que está extraviada.

La joven con dificultad se agachó y cuando su mano tocó el suelo una araña negra trepó a ésta, se levantó, estiró su mano hacia un árbol que tenía una telaraña y el arácnido bajó de su mano para estar de nuevo en su hogar.

Claude: ¿le gustan las arañas lady Phantomhive?

Si hubiese sido un humano común el que le habría formulado esa pregunta se lo hubiese tomado como algo normal pero el que ese demonio lo hiciera y además él siendo un demonio araña se lo tomó como algo muy raro.

------: eh.. bueno no son mis insectos favoritos pero nunca les tuve miedo, son seres vivos y el que tengan una apariencia que no nos gusta no los hace completamente malos.

El mayordomo se paró a un lado de la condesa.

Claude: al igual que mi amo, sus pensamientos sobre estos seres son diferentes a lo que piensan los demás seres humanos.. si me permite decírselo ese vestido le queda muy bien a usted, al parecer acerté a sus medidas aunque han sido pocas las veces que la he visto.

Llevaba puesto el vestido que el mayordomo le había obsequiado el día de su cumpleaños, no había ningún defecto, aunque pensaba que el negro no le quedaba mucho le gustó el detalle.

------: gracias... si, ustedes los mayordomos al ser demonios saben hacer algunas cosas bien que nosotros los humanos debemos intentar e intentar hasta que tengamos el resultado esperado.

La joven intentó alzar una de las mangas de su vestido pero comenzó a perder el equilibrio, el mayordomo reaccionó y tomó a la joven de ambos brazos.

Claude: cuidado lady Phantomhive, recuerde que aún no puede mantenerse de pie por mucho tiempo, permítame ayudarle.

Claude alzó la manga del vestido y vio que en el brazo de ------ había una muy grande cicatriz del codo hasta la mano.

Al ver la expresión sorpresiva en el rostro del mayordomo ella prefirió adelantarse antes de que él preguntará.

------: no es nada solo fue un accidente, pero ya estoy bien de esta herida, solo falta que me cure de la pierna y de la espalda.. ahora Claude ¿podemos regresar al comedor con Ciel y Alois?

Claude se puso una mano en su pecho.

Claude: por supuesto lady Phantomhive.

Le ofreció su brazo derecho a la chica, ella lo tomó y con ayuda de Claude y de un bastón nuevo que llevaba en su mano derecha (que Ciel le mandó a fabricar para sostenerse mientras estaba delicada) se marcharon de la naturaleza y regresaron con los condes, ese día Alois decidió que almorzarán afuera.

Alois: (sonriendo) oh ------ y Claude veo que ya regresaron de su paseo.

Ciel: ¿estás bien?

------: (sonriendo) sí, no me duele nada.. esa caminata me hizo bien.

Ciel: (sonriendo) que bueno.

El conde se levantó de su silla, tomó con delicadeza a su esposa en brazos, la sentó primero a ella en una silla junto a él y después tomó asiento.

Ese día Sebastián no los había acompañado, de hecho ni siquiera estaba en ese mundo, había descendido al mundo de los demonios para arreglar un asunto, había violado una regla; no salvar a un humano que no tenga contrato con el demonio. Sebastián antes de marcharse habló con su amo y habló seriamente con los sirvientes, por su parte ------ tuvo que mentir otra vez diciendo que quería salvar a una amiga muy querida de la clase que ella era antes y como su estado no era el mejor, Sebastián se ofreció a ayudarla.

La esposa de un demonio | Ciel Phantomhive y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora